Electromovilidad ciudadana: Los desafíos para incorporar esta tecnología en el día a día de los chilenos

La electromovilidad dejó de ser un concepto del futuro para convertirse en una realidad cada vez más presente en el mundo y Chile no es la excepción. Desde scooters y bicicletas, hasta vehículos particulares y transporte público, han comenzado a adoptar esta tecnología de forma sostenida en los últimos años.

Así al menos lo demuestran los informes de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) que reflejan que son cada vez más los conductores que eligen este tipo de vehículos.

Así, por ejemplo, las inscripciones de autos propulsados con tecnologías de cero y bajas emisiones registraron un incremento de 106,4% durante el primer semestre de este año con 7.268 unidades comercializadas.

Agosto, además, fue el mes récord de venta de todas las categorías de vehículos nuevos de cero y bajas emisiones del mercado, a excepción de los de rango extendido. Solo en ese mes, se lograron cifras históricas de 1.868 modelos comercializados, un 64,6% respecto al mismo período del año anterior.

La ANAC también destaca el hecho de que este año y, en particular, agosto se ha ratificado la tendencia que más del 54% de las ventas han sido para personas particulares y el resto para empresas, organizaciones e instituciones, que los han incorporado como flotas.

El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, expositor del próximo Summit de Transformación Energética organizado por El Mercurio el 23 y 24 de octubre, afirma que la ciudadanía está avanzando de manera sólida hacia la electromovilidad.

“Si observamos la movilidad individual es innegable que el uso de scooters, monociclos o bicicletas con asistencia eléctrica se ha extendido de manera exponencial, instalándose así en el día a día de todos, formando ya parte del panorama habitual. Junto con el avance de la micromovilidad, también a nivel colectivo se ha dado grandes pasos, que pretenden dar respuesta a la demanda por la llegada de la electromovilidad en el transporte público en diversas ciudades del país”, explica la autoridad.

Añade que la irrupción de buses eléctricos en Santiago y el fortalecimiento del Metro “posicionan a esta ciudad en la vanguardia de le electromovilidad. Pero no solo Santiago, hoy ciudades como Antofagasta, Rancagua y Valparaíso, ya cuentan con buses eléctricos, y en lo que resta del año otras como Colina y La Serena se sumarán a esta lista”.

Leonardo Leyton, gerente de E-Mobility de Voltera, empresa dedicada 100% a la electromovilidad, también valora estos avances y asegura que este tipo de vehículos alcanzó un punto de inflexión y aceptación ciudadana a diferencia de años anteriores. “Existe mayor conciencia sobre los beneficios de la electromovilidad y su impacto positivo no solo sobre el medioambiente, sino sobre el bienestar de la población en general, sumado a algunas experiencias exitosas en movilidad eléctrica -especialmente a nivel de empresas y transporte público-, el aumento de la oferta de vehículos eléctricos y el desarrollo de mayores capacidades para ofrecer soluciones de carga. Todo ello facilita la adopción y la aceptación pública”, explica.

Sin embargo, los expertos destacan que aún existe un largo camino por recorrer para una mayor adopción de este tipo de tecnologías. Los costos, infraestructura y la autonomía de este tipo de autos siguen siendo desafíos que superar para aumentar la cuota de autos eléctricos y de bajas emisiones en el mercado nacional.

“La adopción de cualquier nueva tecnología requiere de un período de innovación y adaptación a los requerimientos que conlleva. El caso de la electromovilidad no es distinto. Hoy nuestro país está avanzando fuertemente en diversas materias relativas a esta tecnología que pretendemos que se masifique. Una de ellas es la red de carga, la cual, si bien ha tenido un crecimiento sostenido, sabemos que aún tiene mucho por avanzar”, asegura el ministro de Juan Carlos Muñoz.

Otro aspecto en el que se han dado importantes pasos es en la facilitación del ingreso al país de este tipo de vehículos, precisa, lo que debiera contribuir a su expansión en el mercado nacional. “En este sentido, recientemente aprobamos la homologación de la norma china, la cual es clave para acceder al principal mercado productor de automóviles eléctricos del mundo”, declara el ministro.

Leyton, en tanto, dice que las principales barreras para una adopción masiva de esta tecnología automotriz incluyen “la limitada oferta y competencia de vehículos eléctricos, en todos los segmentos del mercado, esto redunda en altos costos iniciales de adquisición y altos costos financieros. También está la percepción de que la autonomía de los vehículos eléctricos es insuficiente para ciertos usos o aplicaciones, por lo cual se necesita seguir mejorando la red de carga pública, en términos de precios y disponibilidad cierta, especialmente para viajes interurbanos”.

Los gobiernos como los actores privados pasan a jugar un rol fundamental a la hora de aumentar la cuota de vehículos eléctricos en el país. Así al menos lo cree el gerente de E-Mobility de Voltera, quien asegura que una alianza público – privada podría colaborar para crear “un ecosistema favorable para una más rápida y masiva adopción de la electromovilidad”.

“El gobierno puede jugar un papel crucial a través de la implementación de políticas claras y consistentes, e incentivos económicos directos para reducir el costo total del uso de los vehículos eléctricos y el desarrollo de infraestructura de carga. Esto no significa solo subsidios a la compra sino también incentivos para acelerar el desarrollo de la electromovilidad y las soluciones de carga en Chile. Por ejemplo, a través de procesos más expeditos, normativa actualizada y flexible. Además de incentivos tarifarios al servicio de recarga de vehículos eléctricos, que hoy se ha vuelto el gran dolor del sector”, indica Leyton.