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Chile avanza hacia un futuro energético limpio, pero enfrenta desafíos en la infraestructura de transmisión eléctrica

La falta de inversiones y la geografía complicada exigen un enfoque integral para una distribución eficiente de la energía.

04 de Octubre de 2024 | 15:46 | Por Natalia Munar Herrera, eed de Emol
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En los últimos años, Chile ha hecho un gran esfuerzo por ser uno de los líderes en la adopción de energías renovables en América Latina. El país se ha propuesto generar el 70% de su energía a partir de fuentes limpias para 2050, según su Política Energética “Energía 2050”. El vasto potencial solar en el norte y las fuentes eólicas en el sur, junto con la energía hidroeléctrica, hacen que estas zonas sean ideales para la generación de electricidad limpia.

A pesar del panorama favorable, uno de los grandes retos es cómo distribuir esa energía a los centros de consumo en todas las regiones del país. No es suficiente generarla si no existe la capacidad para transportarla a lo largo de Chile. Según expertos, el territorio nacional enfrenta una congestión en su red de transmisión eléctrica, lo que dificulta el traslado de la energía. La falta de inversiones en infraestructura agrava este problema, ya que muchas de las centrales ubicadas en el norte no tienen la capacidad suficiente para transmitir toda la energía que producen.

Luigi Sciaccaluga, gerente de Desarrollo y Nuevos Negocios de Plataforma Energía -empresa de asesorías eléctricas, explica que "las líneas de transmisión deben atravesar montañas, desiertos y áreas remotas, lo que requiere soluciones logísticas complejas, como el uso de helicópteros para transportar torres y equipos a sitios de difícil acceso". En el desierto de Atacama, las altas temperaturas y las tormentas de polvo añaden una dificultad extra, mientras que en el sur las lluvias y los fuertes vientos pueden retrasar las obras.

En ese sentido, la electrificación y la incorporación de energías renovables demandarán cada vez más mejoras en la infraestructura, comentó Ignacio Santelices, gerente de sustentabilidad de Fundación Chile. La creciente penetración de la energía solar, por ejemplo, presenta importantes desafíos en cuanto a la transmisión y el almacenamiento, dijo el experto.

Desafíos logísticos y técnicos en la construcción de infraestructuras de transmisión


Un informe de Generadoras de Chile indica que, en agosto de 2023, el vertimiento -desperdicio- de energías renovables alcanzó los 93,59 gigavatios-hora (GWh), lo que llevó el total acumulado del año a 967,3 GWh. Esto significó un incremento del 90% en comparación con agosto de 2022.

Frente a este escenario, Daniel Olivares, director del Centro de Transición Energética (CENTRA) de la Universidad Adolfo Ibáñez, indica que el país requiere de la implementación de tecnologías como la transmisión en alta tensión y corriente continua (HVDC), que permitan llevar energía a largas distancias con menores pérdidas.

Además de la complicada geografía, Chile es un país altamente sísmico, lo que exige estrictas normativas de seguridad. Las torres y otras infraestructuras deben estar diseñadas para soportar terremotos y condiciones climáticas adversas, lo que añade complejidad a la planificación y construcción de estas redes. "La seguridad es prioritaria, y esto implica utilizar materiales más resistentes y técnicas avanzadas para asegurar la estabilidad de las torres en todo tipo de terreno", añade Daniel Olivares.

Minimizar los impactos ambientales y sociales


Uno de los aspectos más delicados en la expansión de las redes de transmisión es el impacto que tienen sobre el medio ambiente y las comunidades locales. La construcción de estas infraestructuras requiere planificar rutas que eviten áreas sensibles desde el punto de vista ecológico y social. “Es fundamental aplicar estrategias que minimicen el impacto ambiental, como el uso de líneas subterráneas en áreas críticas y programas de reforestación”, señala Sciaccaluga.

En cuanto al aspecto social, uno de los retos más importantes es obtener el consentimiento de las comunidades locales. Sciaccaluga destaca la importancia de realizar consultas previas e informadas, particularmente en comunidades indígenas, y de ajustar los proyectos según las necesidades y preocupaciones de los residentes.

“Es necesario que las comunidades locales sean parte del proceso de decisión desde el principio, ofreciendo compensaciones justas y garantizando que se beneficien de los proyectos”.

Luigi Sciaccaluga, gerente de Desarrollo y Nuevos Negocios de Plataforma Energía
Ignacio Santelices, coincide en la necesidad de involucrar tempranamente a las comunidades. "El diálogo entre la comunidad, la empresa y las autoridades es fundamental para construir confianza y asegurar que todas las partes tengan voz en el proceso", señala.

Olivares destaca que "la descentralización de la generación energética, apoyada en redes inteligentes y sistemas de almacenamiento, puede disminuir la dependencia de la zona central y mejorar el acceso a energía en regiones más alejadas". Estas soluciones también permiten reducir los impactos ambientales y sociales, ya que evitan la necesidad de construir grandes líneas de transmisión a través de zonas sensibles.

Políticas públicas y el futuro de la transmisión energética


La implementación de políticas públicas que incentiven la construcción de redes de transmisión es esencial para garantizar que Chile pueda aprovechar al máximo su potencial en energías limpias. Ignacio Santelices, dice que “es vital que las políticas públicas generen las señales adecuadas para que los proyectos de transmisión y generación de energía limpia se desarrollen de manera eficiente y cercana a los centros de consumo”.

En este sentido, la simplificación de los procesos burocráticos es un punto clave para acelerar el desarrollo de las infraestructuras. “Reducir la burocracia sin perder la calidad de los procesos es esencial. Pero también es necesario crear incentivos financieros que atraigan inversiones privadas a este sector, ya que los costos de desarrollar esta infraestructura son altos”, menciona Santelices.

La expansión de la infraestructura de transmisión también permitirá una mayor integración de energías renovables, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y generando importantes beneficios económicos y ambientales. “Una red de transmisión eficiente no solo garantiza un suministro más estable y confiable, sino que también mejora la competitividad del país en términos de exportación de energía limpia”, añade Sciaccaluga.

El vocero de Fundación Chile afirmó que, para que la transición energética en el país y Latinoamérica sea exitosa, es fundamental crear condiciones que promuevan inversiones de manera costo-efectiva. “Esto se logra a través de regulaciones que ofrezcan estabilidad, certidumbre y reglas claras al mercado. En Chile, el comienzo de la normalización de las tarifas eléctricas representa un avance importante en esta dirección”, concluyó Santelices.
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