Hay que elegir los brócolis que tienen un verde intenso.
El Mercurio
Los expertos en salud coinciden en que la buena alimentación es uno de los pilares para gozar de bienestar en el cuerpo humano. Esto quiere decir que llevar una dieta rica en verduras, frutas, semillas, proteínas (origen animal o vegetal), frutos secos y agua, entre otras, conducirá al cuerpo a tener buena energía, fortalecido el sistema inmunológico, sano el sistema digestivo y fuerte el sistema cardiovascular. Todo esto acompañado de ejercicio diario y buen descanso.
En este sentido, para las dolencias como la articular, existe una verdura perteneciente a la familia de las brasicáceas que aporta una gran variedad de nutrientes al cuerpo humano y ayuda en este tipo de malestares. Se trata del brócoli, una verdura que a muchos hace arrugar la nariz, pero que según la Fundación Española de Nutrición (FEN), es rico en proteínas, potasio, folatos, compuestos azufrados y vitamina C.
Cada vez más personas incorporan este vegetal a sus dietas por la cantidad de beneficios que tiene. Según el sitio especializado MedlinePlus, el brócoli se caracteriza por ser rico en vitamina C. ¿Qué quiere decir esto? Que es
fundamental para la síntesis de colágeno en el organismo, que con el transcurrir del tiempo disminuye. Esta proteína tiene la función de
contribuir a que los tejidos se mantengan fuertes, capaces de soportar el estiramiento.
De igual manera, esta planta tiene
excelentes propiedades que contribuyen en la desinflamación de las articulaciones, lo cual ayuda a retrasar el desarrollo de estos problemas o, en el caso de tenerlos, los reduce.
Cabe destacar que antes de incorporar o quitar un alimento de la dieta balanceada, lo importante es consultarlo con un médico especialista. En el caso del brócoli,
una porción de 200 gramos doblega la ingesta recomendada de vitamina C, es decir, se trata de un vegetal ideal a tener en cuenta para futuros platos.
¿Crudo o cocido?
El brócoli se puede consumir de múltiples maneras:
salteado, al wok, en ensaladas, smoothies verdes, sopas y cremas, tortillas y omelettes o como acompañamiento. Sea cual sea la manera, aportará una buena cantidad de beneficios al organismo.
Sin embargo, es importante considerar que
al cocerlo, el brócoli puede perder algunas de sus nutrientes, entre ellos la vitamina C. Para evitarlo, es necesario
hervirlo por poco tiempo, de tres a cuatro minutos como máximo. También se evita la perdida de nutrientes si se saltea o cocina al vapor.
Asimismo, a la hora de escoger un brócoli lo mejor es
evitar aquellos que tienen algunas partes amarillas, ya que eso significa que
están perdiendo sus propiedades, y optar por los que tienen un verde intenso.
Otro punto a tener en cuenta respecto al consumo del brócoli, es su
desinfección o limpieza para garantizar su seguridad alimentaria, especialmente porque se trata de una verdura que no tiene una cáscara protectora y está expuesto directamente a la contaminación.
Lo ideal es
lavarlo justo antes de consumirlo para prolongar su vida útil. Se recomienda
colocar la verdura en un colador y enjuagarla bajo el chorro de agua, asegurándose de eliminar toda la suciedad visible.
Otra opción es sumergir el brócoli en una mezcla de 1/4 de vinagre blanco y 3/4 de agua durante 15 a 20 minutos, luego enjuagarlo con agua corriente. Si no se desea utilizar vinagre, se puede optar por una solución de 1 cucharada de sal por litro de agua fría.
Según un estudio de la Universidad de Massachusetts realizado en 2017, también se puede lavar el brócoli sumergiéndolo en una mezcla de bicarbonato de sodio y agua durante 15 a 20 minutos.