Melania Trump, Charlene de Mónaco y la reina Letizia.
AFP / Charlene de Mónaco (captura Instagram) / EFE
La
sastrería masculina ha revolucionado el armario femenino.
El pantalón y la chaqueta clásica empiezan a formar parte del vestuario de trabajo de mujeres que, lejos de adaptarse a los estándares del traje de ejecutivo, optan por
cortes femeninos y aderezos como el "lavallière" o lazo en lugar de la corbata.
La reina Letizia se sumó a esta tendencia este martes durante un acto en Oviedo (norte de España), al que asistió con un
traje sastre de Sandro en azul marino, de raya diplomática, con camisa blanca y un "lavallière", que debe su nombre a la duquesa de Lavallière, que ya en el siglo XVII lo puso de moda.
La reina Letizia vistió un traje sastre azul marino, de raya diplomática, con camisa blanca y un "lavallière". Crédito: EFE. Un patrón que también ha hecho suyo
Melania Trump, quien el lunes acudió con un diseño de
Ralph Lauren en tono camel, compuesto por chaleco y camisa blanca con lazada "lavallière", a una mesa redonda en el Senado contra la pornografía "deepfake" o ultrafalsa generada con inteligencia artificial (IA).
También la princesa
Charlene de Mónaco eligió, durante uno de sus últimos actos oficiales, un
traje de chaqueta de cuadros príncipe de gales, en tono beige.
Una estética que Gabrielle Chanel utilizó mucho, que Yves Saint Laurent incorporó a sus colecciones en los años '60, y que con el paso del tiempo ha ido sufriendo modificaciones y vaivenes.
El denominado
estilo "tomboy", que tan bien lucía la actriz Katharine Hepburn, ha sido elegido por Penélope Cruz, Paz Vega, Salma Hayek, Irina Shayk y Cara Delevingne, todas ellas con corbata.
Firmas como Victoria Beckham, Stella McCartney, Chanel o Chloé apuestan por él esta primavera (boreal).
Melania optó por un diseño en tono camel, compuesto por chaleco y camisa blanca con lazada "lavallière". Crédito: AFP.
Si bien en los últimos meses el maximalismo en las chaquetas era la mejor opción, no todas las mujeres eran capaces de hacer suya esa propuesta, una razón por la que los creadores han vuelto a patrones que dejan los hombros en su lugar y evitan el efecto desgarbado que provocaban los diseños "oversize".
Jaime Álvarez, director de la firma de sastrería Mans, especializada en diseño masculino que ganó la mejor colección de la última edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, aseguró a EFE que el éxito se debió al traje femenino, "la estrella de la colección".
"Lo hemos pulido tal y como nos pedían las mujeres para adaptarlo a su estructura", comentó.