Un escándalo sacude al sistema carcelario del Reino Unido, luego de que la
exdirectora del centro penitenciario HMP Kirkham en Lancashire, Kerri Pegg, fuera declarada culpable por mantener una relación con
un jefe de una banda de narcotraficantes de Liverpool que estaba detenido en la prisión que ella tenía a su cargo.
Según reportaron medios británicos, la mujer de 42 años era considerada una "estrella en ascenso" del Servicio Penitenciario, quien escaló rápidamente de rango, ya que se convirtió en la gobernadora del recinto después de seis años, al que ingresó como recién graduada.
Pegg
fue condenada por mala conducta en un cargo público y posesión de propiedad delictiva, en un juicio que duró dos semanas y que se llevó a cabo en el Tribunal de la Corona de Preston.
En la audiencia se reveló que en el año 2018 el hombre llamado Anthony Saunderson, conocido como Jesse Pinkman en referencia al traficante de metanfetamina de la serie "Breaking Bad", estaba llegando al final de una larga sentencia por tráfico de drogas a gran escala y que
la mujer, que en esa fecha era gobernadora de la cárcel autorizó la libertad provisional del sujeto que es considerado una "importante figura del crimen en Liverpool", según la BBC, sin la aprobación correspondiente.
De esta manera, Saunderson fue liberado de prisión en 2019 y en señal de agradecimiento, el criminal le regaló
un Mercedes-Benz Clase C de más de $15 millones que se pagó con las ganancias del tráfico de 34 kilogramos de anfetaminas, según reportó The Guardian.
A principios de 2020, mientras todavía estaba bajo licencia, se descubrió que el hombre utilizó un sistema de comunicación encriptado llamado
Encrochat para hablar con sus asociados criminales. Las fuerzas del orden tuvieron acceso a esta plataforma y vieron mensajes que demostraban la "naturaleza continua" de la relación entre ambos.
Además, en la audiencia se escuchó como una de las pruebas de este noviazgo el hecho de que la Policía realizara un allanamiento en la vivienda de la
funcionaria, donde se encontró un cepillo de dientes y unas chalas Hugo Boss, ambas con el ADN de Saunderson.
Junto con ello, los jueces escucharon
que se sabía que la mujer pasaba mucho tiempo en su oficina a puerta cerrada con el recluso, a medida que se acercaba el final de su condena de diez años, algo que fue demostrado por la fiscalía.
Asimismo, se indicó que ella
no tenía la autoridad para aprobar la liberación del hombre que también era apodado como James Gandolfini, el actor que interpretó a Tony Soprano en la serie de televisión "Los Soprano".
Pese a eso, lo autorizó sin notificarle al funcionario que debía tramitar la solicitud, según la BBC.
Pero también se dio a conocer que a pesar de los ingresos de 3.000 libras al mes (casi $4 millones) de Pegg,
ella estaba muy endeudada y no había declarado tres sentencias del tribunal del condado, lo que "constituía mala conducta, ya que las deudas hacen que los funcionarios sean vulnerables a la corrupción".
Ella estaba viviendo muy por encima de sus posibilidades ya que los detectives encontraron ropa de diseñador, bolsos, joyas y zapatos de marcas de lujo.
Asimismo se descubrió que sus cuatro tarjetas de crédito estaban "al límite" y tenía solo seis céntimos de libra en su cuenta de ahorros.
Pegg nunca reveló a su empleador la relación que mantenía con Saunderson ni las sentencias del tribunal del condado, pese a que el reglamento le exigía declarar ambas cosas, lo que provocó que fuera despedida de su cargo.
"No pensé que estuviera haciendo nada malo, pero ahora, al recordarlo, fui increíblemente estúpida", declaró Pegg ante el tribunal, según The Guardian.
La fiscal Barbara-Louise Webster dijo que ella
tenía un futuro prometedor pero señaló que "Anthony Saunderson fue su perdición".
"La conducta de
Kerri Pegg está muy por debajo de lo que podría esperarse de cualquier profesional del Servicio Penitenciario, y mucho menos de alguien de tan alto nivel como el director de la prisión", dijo Tarryn McCaffrey, del Servicio de Fiscalía de la Corona.
"Ella claramente
estuvo involucrada en una relación inapropiada con Saunderson después de que él fue liberado y la evidencia apunta a que esto se remonta a un tiempo antes, a una época en que él estaba en la cárcel", agregó.
Y sumó: "
Esta relación, y el hecho de que Pegg no revelara sus deudas a sus empleadores, constituyen una grave violación de la confianza y, por lo tanto, son extremadamente perjudiciales para la confianza pública".
Por su parte, el juez Graham Knowles KC
le dijo que lo más probable es que se vaya a la cárcel: "No tengo más opción que enviarla a prisión debido a la gravedad de su delito".
Sin embargo,
aún no se ha anunciado la fecha de su sentencia y por mientras fue levada bajo fianza al juzgado.
Cabe mencionar que Saunderson
ha sido uno de los criminales más buscados del condado Merseyside, cuya capital es Liverpool por su participación en la importación de cocaína por un valor de 19 millones de libras ($24.139.063.000) en cargamentos de carne en conserva desde Argentina.
Sin embargo, tras su liberación en 2019,
volvió a ser condenado en 2022 luego de que las Fuerzas del orden revisaran sus conversaciones en el sistema encriptado EncroChat, y descubrieran que seguía
involucrado en el tráfico de drogas a gran escala. Ahora se encuentra nuevamente en prisión cumpliendo una condena de 35 años.