LONDRES.- El año de Venus Williams no había sido de ésos para abrir champañas: continuas lesiones, desconfianza en su juego, malos resultados.
Pero cuando necesitaba algún fuerte remezón que la volviera a enrrilar en su exitosa carrera, la morena estadounidense no encontró mejor excusa que encumbrarse frente a la suiza Martina Hingis, vencerla por 6-3, 4-6 y 6-4, y pasar a la semifinal de Wimbledon, donde deberá enfrentarse nada menos que a su hermana Serena.
Tras un tranquilo primer set, la suiza encontró el mejor juego sobre la hierba, tanto como para ilusionarse que este año la actual número uno mundial iba a ampliar su ventaja llevándose el título a casa.
Sin embargo, en el tercet set y tras consecutivos quiebres de servicio, la estadounidense se puso en ventaja de 4-2, con un enorme despliegue que se vio coronado más tarde, al momento de celebrar el punto de partido, con un espectacular salto, la señal que demostraba que el año para Venus ya merece un par de champañazos.
