SANTIAGO.- Aunque reconoce que "nunca" ha tenido problemas graves con los futbolistas en acondicionamientos para altura, sí plantea que detrás de un deportista "hay son seres humanos, como cualquier persona, por eso digo que los efectos de soroche pueden ocurrir en cualquier persona", dice Santolaya.
"Los jugadores pertenecen a la vida humana, no son celestiales o arcángeles, es una cuestión de la vida. Un día, en la altura, ando perfectamente, y al otro con dolor de cabeza", añade.
Sostiene que no existe "antídoto ni individuo sobrehumano que suba a la altura y se sienta como en su casa". Y remata: "El remedio no se compra en la botica".
Por ello, el jefe del laboratorio de fisiología de la "Roja" lamenta el mínimo conocimiento existente en el país sobre los males de altura, pues "sólo se preocupan cuando hay fútbol, creen que viven en Tahití siendo que Chile es un país andino".
Este fenómeno ¿afecta a cierto rango de edad preferentemente?
"La edad no tiene ninguna importancia, sean de 26 ó 30 años. Incluso, en los niños es cuando más se dan los síntomas agudos de edema pulmonar y cerebral. Puede ocurrir que un señor de cierta edad, en los Geiser de Tatio, que fuma, ande bien y un deportista de 25 años se apune brutalmente".
Me sorprende con esos datos...
"Lo que pasa es que el tema aquí se desconoce, sabiendo que todos los días hay gente que sube a grandes alturas, permanece horas, días, en grandes alturas superiores a La Paz, trabajando. Y no se hospedan en hoteles cinco estrellas ni hay médico que los cuide. Doy un aviso: nadie se preocupa de los nativos indígenas nortinos ni de los trabajadores mineros que están en la altura.
