SANTIAGO.- El padre Gustavo Lepaige incitó al doctor Santolaya a interesarse, desde niño, por el estudio de los efectos de la altura, lo cual a la larga le significaría codearse con los expertos en el tema del apunamiento o soroche de Perú y Bolivia, con becas y cursos en las universidades Cayetano Heredia y San Marcos.
Incluso este galeno, con una clínica en medicina interna pulmonar y cardíaca, recuerda que "el primero en hablar de este fenómeno fue el padre jesuita Acosta, hace cuatro siglos atrás".
Y no le sorprende de que en la década del 20, según la literatura anglosajona, un fisiólogo inglés planteara que "todos los habitantes de grandes alturas poseen características físicas y sicológicas insuficientes".
¿Qué es lo peor que puede ocurrir con el soroche?
"Los males más complejos se refieren a los edemas agudos pulmonares y cerebrales de altura, que ocurren a las 48 horas de estar arriba, en que la persona debe acostumbrarse a lo que no le pertenece.
Según Santolaya, el edema pulmonar es una "enfermedad que consiste en que el pulmón se llena de liquido, por razones complejas, que no se debe a una insuficiencia cardíaca. Se debe a un incremento de la permeabilidad del pulmón para que el líquido salga del pulmón".
Dice que el afectado "se agita y se agrava con serias consecuencias, ya que disminuye el oxígeno en la sangre, aumenta la permeabilidad de los vasos que no están preparados para transportarlo".
De acuerdo a estudios escritos en 1937 por un médico peruano -rememora el fisiólogo de la selección- se "estudió a un nativo que subía y bajaba entre Lima y Guancayo, y se vio afectado por los cambios bruscos provocándole patologías cardiopulmonares".