LONDRES.- Lágrimas que rodaban por su mejilla denotaban el desgaste, frustraciones y, por cierto, alegría por lograr el preciado título de campeón de Wimbledon (el séptimo de su carrera), tras vencer al australiano Patrick Rafter.
De este modo, "Pete" entró a la historia del tenis mundial, al conquistar con el trofeo de Wimbledon su decimotercer título de Grand Slam, dejando en el olvido el récord del australiano Roy Emerson (12).
En un partido prolongado, dos veces interrumpido por las precipitaciones que caían en la cancha central del All England Tennis Club, Sampras tuvo la tranquilidad mental y la fuerza física para dominar a un solvente y duro rival.
Sobre todo que el primer set fue para Rafter, quien se impuso por 7-6 en tie break. Sin embargo, el número uno del mundo siguió con su juego, sin dejar pelotas por perdidas y logró adjudicarse el segundo set, también en tie break, por 7-6.
Lo que viniera era suspenso, pero a medida que se jugaban los puntos, el nivel de Sampras se alzó, jugó mejor, hizo correr al australiano, desgastándolo física (lesión en el hombro) y mentalmente.
Llegó la noche y con ello el triunfo más tranquilo, aunque no fácil, del estadounidense con un por 6-4 y 6-2 en los dos últimos sets.
Rafter prometió volver a Wimbledon, lo cual fue bien recibido por el público presente que saludó su juego y espectáculo, mientras que Sampras buscaba a sus padres en las tribunas para celebrar su título 13 en torneos Grand Slam.