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España no cedió puntos en la Copa Davis

En una jornada histórica, el equipo español ratificó su paso a la final del torneo humillando a Estados Unidos con un 5-0 final, tras las victorias de Juan Carlos Ferrero y Joan Balcells en los juegos individuales disputados hoy.

23 de Julio de 2000 | 16:07 | EFE
SANTANDER.- El equipo español completó una eliminatoria histórica de la Copa Davis al acceder a la final y dejar en blanco a Estados Unidos, la mayor potencia del tenis mundial, tras las victorias de Juan Carlos Ferrero y de Joan Balcells en la última jornada.

La fiesta iniciada el sábado se completó con un histórico 5-0 definitivo que obligó a ponerse en pie una vez más al público cántabro, que acudió en menor número que en los días anteriores a La Magdalena.

La última jornada se presentaba con todo decidido. La fortaleza española en las dos primeras jornadas había permitido a los pupilos de Javier Duarte sentenciar la semifinal antes del último día.

Sin embargo, quedaba por ver si los estadounidenses eran capaces de lograr un punto. La última ocasión en que habían perdido por 5-0 fue en la final de 1997 ante Suecia. En aquella ocasión, los norteamericanos tenían un equipo de auténtico lujo, con Pete Sampras y Michael Chang, números uno y tres del mundo por aquel entonces.

En esta ocasión, sus figuras no estaban, por lo que el 5-0 podía ser aparentemente menos doloroso. Sin embargo, John McEnroe no quería ni pensar en la posibilidad de acabar la eliminatoria en blanco, por lo que apostó por dar la oportunidad de debutar en la competición a Vincet Spadea, tratando de buscar un mínimo de motivación en alguno de sus hombres.

Mal día eligió para jugar su primer partido Spadea, que se convirtió en el jugador número 126 que defiende el pabellón estadounidense en Copa Davis, especialmente porque su rival era el alicantino Juan Carlos Ferrero.

La afición estaba deseando ver al joven jugador español y el de Onteniente no defraudó. El joven jugador mostró un juego plagado de variantes ofensivas que por momentos emocionó al público, que le brindó cerradas ovaciones.

Tanto de derecha como de revés, Ferrero soltó auténticos garrotazos que eran contrarrestados con enormes dificultades por Vincet Spadea que hizo un buen partido a pesar del resultado final.

Spadea ganó el primer set, pero en la segunda manga Ferrero no le dio opción y le endosó un 6-1 que minó enormemente su moral. El tenista de Chicago trató de buscar alguna solución, que no pasaba por tirar la raqueta al aire para intentar llegar a las inalcanzables bolas del español o cambiarse de camiseta.

Ni una cosa ni otra fueron útiles, porque en la tercera y definitiva manga Ferrero también se impuso con un marcador final de 4-6, 6-1 y 6-4, que acercaba el 5-0 al equipo español.

Ante el escaso interés de los partidos, el espectáculo se trasladaba una vez más a la grada. Los aficionados se entretenían haciendo la ola, que provocaba el vaivén de las gradas, cantando, bailando y animando al equipo español, que había dejado en Joan Balcells la posibilidad de conseguir el último punto.

El cometido no era nada fácil, porque delante tenía a un jugador superior a él, Jan-Michael Gambill, a tenor de la clasificación mundial, en la que el estadounidense es el número 37, y Balcells no está ni entre los cien mejores.

El partido tomó un rumbo desfavorable al español, pero cuando todo parecía perdido tras caer fácilmente en la primera manga e ir a remolque en la segunda, Balcells apretó los dientes e intentó regalar al público lo que ansiosamente pedía, el 5-0.

Con un último esfuerzo que permitió ver al mejor Balcells, el español dio la vuelta al signo del encuentro y logró una victoria por 1-6, 7-6 (7-2) y 6-4 que enloqueció a un entregado público que casi echa abajo las débiles gradas de La Magdalena.

De todas formas, lo de menos era ya el resultado. El trabajo estaba hecho y la historia escrita. España volverá a jugar una final de la Copa Davis después de 33 años y los nombres de Alex Corretja, Albert Costa, Juan Carlos Ferrero y Joan Balcells se unirán en los anales del tenis español a los de figuras de la talla de Manuel Santana, Juan Gisbert o Manuel Orantes.

El próximo mes de diciembre, España tendrá la oportunidad de seguir escribiendo la historia. Australia será el rival en la gran final, en la que el equipo de Javier Duarte volverá a contar con el apoyo de toda la afición.
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