NUEVA YORK.- Escapar por una de las largas escalinatas del court Arthur Ashe para acercarse a comprar un "perro caliente" es una tarea que toma sus minutos. Unos quince en total, entre que se llega al puesto, entre que uno hace la cola, entre que se lo preparan, entre que paga, y entre que regresa al court justo cuando haya un descanso para no alterar a los jugadores.
Pues bien, a aquél que le haya dado hambre en pleno partido entre la estadounidense Lindsay Davenport y la española Gala León García, por la primera ronda del US Open, se quedó sin ver buena parte del partido, porque en apenas 43 minutos la jugadora local despachó a la hispana por 6-0 y 6-1.
Doña Gala no tuvo ningún argumento para contrarrestar a Davenport, quien se paseó en la canchay estuvo a punto de endilgarle un doble 6-0, lo que en jerga tenística le habría valido a la española retornar al hotel en bicicleta.