BRASILIA.- El técnico Wanderley Luxemburgo reconoció hoy el fracaso del seleccionado olímpico de fútbol de Brasil, que cayó 1-2 ante Camerún en cuartos de final y quedó sorpresivamente eliminado en los Juegos de Sydney.
''La selección no rindió como se esperaba en relación con lo que estos jóvenes habían demostrado en otras ocasiones'', dijo Luxemburgo, en declaraciones a la red O Globo de la televisión brasileña.
Respecto de su futuro tras el fracaso en la búsqueda de un oro olímpico inédito en la historia del fútbol brasileño, Luxemburgo aseguró que ''son los dirigentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) lo que deben decidir sobre mi continuidad o no en la selección''.
Duramente cuestionado también por la pobre actuación del seleccionado mayor en las eliminatorias sudamericanas del Mundial 2002, Luxemburgo asumió la responsabilidad y pidió que no se condene a los juveniles de la selección olímpica por la derrota en Sydney.
''Son jugadores que no superan los 23 años que fracasaron en los Juegos como le sucedió en su momento a quienes luego integraron el seleccionado que ganó el tetracampeonato del mundo en USA 94'', explicó.
''Por eso insisto, que a pesar de haber perdido la chance de continuar disputando los Juegos de Sydney, no debemos condenar a estos atletas que, tal vez en un futuro, no brinden la alegría que hoy no fue posible'', agregó.
La prensa brasileña, en tanto, se quejó por la agresividad de los jugadores de Camerún: ''el partido se caracterizó por el alto grado de violencia de los rivales, que cometieron 42 faltas, 31 de ellas en tiempo reglamentario''.
