SYDNEY.- Michael Johnson alcanzó en Sydney la excelencia olímpica con una victoria en la final de 400 metros que le proclama, con cuatro oros olímpicos y ocho mundiales, grande entre los grandes.
El atleta de las zapatillas de oro, doble campeón olímpico en Atlanta y el más rápido de la historia en 200 y 400 metros, destrozó con una marca de 43.84, la segunda mejor del año, las ilusiones de su compatriota Alvin Harrison, que en las eliminatorias precedentes había cobrado ínfulas de posible ganador.
Harrison, emparejado con Johnson hasta mitad de carrera, cedió muchos metros en la recta final al campeón, que llegó a la meta 56 centésimas antes que su compatriota (plata), se fundió en un abrazo con el jamaicano Gregory Haughton (bronce) y saludó después a todos los finalistas antes de dar la vuelta de honor ante 112.524 espectadores según el recuento oficial.
El etíope Haile Gebreselassie nunca tuvo tan cerca la derrota como hoy. El keniano Paul Tergat lanzó un esprint largo en la última vuelta de la final de 10.000 pero en el último metro le adelantó su "bestia negra", que sigue invicto en esta distancia desde 1993.
La carrera había sido, una vez más, una desesperada lucha de los kenianos por castigar las piernas de Gebre, más debilitado este año por sus tendinitis pero aún así capaz de batir a todos en 27:28.20, la mejor marca mundial del año.
El cubano Anier García, de 24 años, puso en fila tras de sí a los tres finalistas estadounidenses en la final de 110 metros vallas y dejó en quinto lugar al plusmarquista mundial, el británico Colin Jackson, con una marca de 13.00 que constituye un nuevo récord nacional de Cuba.
El británico Jonathan Edwards, primer hombre que llegó a los 18 metros de tres saltos, logró su primer título olímpico con una marca de 17,71 -la mejor del año- en su tercer intento. El cubano Yoel García arrebató la plata por un centímetro al ruso Denis Kapustin en su último salto (17,47).
Las tres etíopes presentes en la final de 5.000 pusieron un ritmo vivo encaminado a vencer la resistencia de la rumana Gabriela Szabo y de la mamá Sonia O'Sullivan pero sólo consiguieron seleccionar un grupo de siete en cabeza del que surgió la pequeña rubia para alcanzar el título con un tiempo de 14:40.79 tras un emocionante mano a mano con la espigada irlandesa.