SYDNEY.- Iñaki Sáez, técnico de la selección olímpica española de fútbol, considera que España ha sacado ventaja por no partir como favorita y espera que sus jugadores impongan su mejor calidad técnica.
A dos días de la final olímpica contra Camerún, el técnico ve a sus jugadores "suficientemente motivados para no decirles nada" y admite que la ausencia de presión fue un componente del éxito.
Según su técnico, España llegó a Australia de "tapada". Brasil e Italia estaban por delante en los pronósticos, Nigeria debía defender su título olímpico y se apuntaba como posibles sorpresas a Japón o Corea.
"Al jugador español le va bien no ser favorito", señaló el técnico que destacó que "la experiencia en otros campeonatos ha sido fundamental" para llegar a la final.
Campeón de Europa Sub-21 en Rumanía'98, del mundo Sub-20 en Nigeria'99, tercero en el Europeo de Eslovaquia 2000 y, ahora, finalista en los Juegos Olímpicos, Iñaki Sáez afirma que los jugadores afrontan el título en su mejor momento.
El técnico considera que la selección española puede ofrecer un juego "duro, competitivo y de calidad", y rechaza que vaya a cambiar algo para contrarrestar el juego físico de los cameruneses o que haya un marcaje especial sobre la estrella del equipo, el delantero del Parma Patrick Mboma.
"No habrá un marcaje especial a Mboma, porque este equipo tiene personalidad, una defensa armada. Un conjunto es grande cuando encuentra soluciones a los problemas que le plantea el rival desde su esquema táctico", agregó.
Ante Camerún, España quiere buscar la espalda de sus defensas con balones largos de Xavi Hernández y David Albelda, como principal arma ofensiva. "Ellos son peligrosos en cuanto cogen la onda y todos juegan en Ligas importantes. Han ganado partidos en los últimos minutos porque son fuertes física y mentalmente", señaló.
"Por el contrario, ofrece muchas oportunidades de gol al rival. Nosotros tenemos que aprovechar alguna de esas ocasiones", añadió el técnico.
En los últimos dos años, este equipo sólo ha perdido un partido, precisamente en estos Juegos, a manos de Chile (1-3).
