SYDNEY.- Tras darle al basquetbol de Estados Unidos su decimosegundo oro en 14 Juegos, el Dream Team, que ganó la final a Francia 85-75, se despidió de Sydney ''odiando'' la hostilidad de los aficionados, que siempre desearon su derrota.
''Llegamos a odiar esa sensación'', admitió Vince Carter, la gran estrella de la final, refiriéndose a la reacción de los 14.883 aficionados que colmaron el Super Domo cuando Francia se acercó a sólo cuatro puntos y faltaban 4m26s para que terminara el juego.
''Fue sentir todo el tiempo a la gente como diciendo 'vamos, que alguien lo pueda hacer, que les ganen''', agregó Allan Houston, aunque la ilusión duró poco, pues el peor Dream Team del basquet olímpico logró controlar el juego y ganar finalmente por diez puntos de diferencia.
El Dream Team de Sydney sumó 8 victorias en 8 cotejos, con un promedio de 95 puntos por cotejo, con una media de diferencia de 21,6 puntos y apenas dos encuentros ganados por más de 40 puntos (47 ante China y 46 ante Nueva Zelanda).
Pero las victorias ante Lituania (por 9 puntos en la fase inicial y por apenas 2 puntos en semifinales) demolieron la imagen de abrumadora superioridad del Dream Team y, para peor, le valieron la reprobación de los aficionados, que aguardaban un show al estilo NBA.
''Fueron días difíciles para nosotros, tuvimos que disputar cada segundo para quedarnos con el oro'', dijo Kevin Garnett, mientras que Alonzo Mourning admitió que ''no fuimos bienvenidos aquí, la gente siempre quiso vernos perder y nuestra victoria se fundamentó en nuestra unidad''.
El Dream Team, que llegó a perder 49-39 el segundo período, ante una Francia en la que lució Laurent Sciarra (goleador del partido, con 19 tantos), basó la victoria en su efectividad en los puntos (44 por ciento contra 30 de Francia), para los lanzamientos libres (76 contra 69 por ciento) y para los rebotes (35 contra 20 del rival).
''Fue una de las sensaciones más grandes de mi vida'', afirmó tras la victoria el técnico Rudy Tomajanovic, pese a las críticas de la prensa estadounidese por la irregular tarea del Dream Team, especialmente tras la agónica victoria de semifinales ante Lituania, que se quedó con el bronce, pues venció a Australia 89-71.
El calificativo de Dream Team le quedó grande a este equipo que salió a la cancha con Allan Houston, Alonzo Mourning, Vince Carter, Kevin Garnett y Gary Payton y que jamás logró acercarse a los Dream Team originales, que la NBA envió a los Juegos para promocionar su negocio en otros países.
Pese a perder 106-94 en la primera fase, Francia, la revelación del torneo, sumó un récord negativo para el Dream Team, al convertirse en el equipo que más tantos le señaló en tres Juegos consecutivos.
Igualmente, con o sin NBA, el basquetbol norteamericano domina desde hace mucho los Juegos, al punto que sólo sufrió 2 derrotas en 108 partidos: contra la ex URSS en Munich 72 y Seúl 88, esta última causante de que la NBA llegara a las Olimpíadas.
''Lo que Sydney demostró -dijo David Stern, célebre comisionado de la NBA- es que el basquet internacional mejoró su nivel''. Cuando se le dijo que Mourning afirmó que Estados Unidos jamás perderá en Juegos Olímpicos, Stern respondió con una pregunta: ''No sé cuanto planea él vivir''.
