QUITO.- El silencio en la concentración chilena en la capital ecuatoriana es sólo para los oídos de la prensa. Un ambiente distendido, bromas infantiles entre ellos y caras llenas de risa que no necesitan palabras pincelan los días previos al partido del domingo entre los rojos y Ecuador, por las clasificatorias mundialistas.
Es tal el ánimo de los chilenos que cuando una grabadora aparece en el horizonte no fruncen el ceño. Simplemente la ignoran y siguen en lo suyo. Todos. Bueno, casi todos, salvo Reinaldo Navia, quien -por mucho que su amistad con Iván Zamorano le permita hasta bailar cueca con él para celebrar los goles- no quiere ocultar sus ganas de ser titular, en reemplazo de Marcelo Salas.
"La ausencia de Salas es importante en nuestro equipo, lamentablemente no va a poder estar por la lesión, pero con lo que ha hecho la selección en Sydney, yo creo que estamos muy motivados y queremos reflejarlo el domingo contra Ecuador", dijo Navia, sin apuro, ante los periodistas.
Si la fe de Navia se cuela en la cabeza del entrenador Nelson Acosta, el equipo chileno que saltaría el domingo al elevado estadio Atahualpa sería con Nelson Tapia, en el arco; Cristián Alvarez, Ronald Fuentes, Pablo Contreras y Rafael Olarra, en defensa; Claudio Maldonado, Rodrigo Tello, Fabián Estay y David Pizarro, en el mediocampo; y Reinaldo Navia con Iván Zamorano, en el ataque.
Esta tarde, el elenco nacional volverá a entrenar, y se pondrá atención en las molestias que siente Pizarro a causa de un tendinitis en la rótula de la pierna derecha.