SANTIAGO.- Los resultados, por mucho que no acompañan a la UC, no son aún un argumento poderoso para que el técnico holandés Wim Rijsbergen abandone su cargo, según propia confesión.
"No he pensado en renunciar porque para mí no es el momento. Es un año muy complicado, de transición y yo trabajaré con este plantel y nada más", explicó.
"Yo hablé con los dirigentes a principio de año y ellos, tanto como yo, saben la situación de este club, pero también es duro para los hinchas. No hay buenos resultados, pero eso es normal, porque tenemos un equipo irregular ahora, con lesiones, y perdemos muchos puntos fáciles y ésta es la realidad", agregó este jueves, al día siguiente de la estrepitosa derrota ante Santiago Wanderers, como visita, por 4-0.
El holandés tiene la receta para salir de las tinieblas. "Es muy fácil. Nosotros en estos momentos estamos jugando no contra los otros equipos, sino contra Católica. No es simple trabajar ni para los jugadores, porque hay muchas presiones mentales. Tenemos un equipo muy irregular. Jugamos 80 minutos bien contra Colo Colo y 10 malos. Luego Puerto Montt, empate a cero y ayer, un desastre".
