LOS ANGELES, EE.UU.- Este martes se inicia la temporada 2000-2001 de la NBA, la liga de baloncesto más importante del mundo, donde 29 equipos lucharán por llegar a los playoffs y desde ahí luchar por el preciado anillo de campeones.
Muchos opinan que la pérdida del pívot Alonzo Mourning (Miami Heat), debido a una extraña e inesperada enfermedad renal, dejó a la Conferencia del Este sin el único verdadero contendiente al título.
''Ahora los equipos están mirando la temporada de forma más positiva, porque Miami ya no tiene a su hombre principal'', dijo el técnico de los New Jersey Nets, Byron Scott.
Lo cierto es que, aún sin su astro, el Heat es un equipo peligroso, principalmente porque tiene al mando al 'viejo zorro' Pat Riley, uno de los más antiguos triunfadores en la Liga, quien se hizo de estrellas como Brian Grant, Eddie Jones y el armador Anthony Mason, que junto al rejuvenecido base Tim Hardaway le dan a Miami un aval suficiente para enfrentarse a cualquier equipo del Oeste, si llega a la final.
Indiana, el otrora poderoso del Este, es apenas la sombra de la franquicia, que bajo las órdenes del legendario Larry Bird, llegó a la final de la NBA contra los Lakers.
La fuga de Dale Davis a Portland y Mark Jackson a Toronto, la renuncia de Bird y el retiro del centro holandés Rik Smits, dejó a Reggie Miller como un llanero solitario.
Los Magic de Orlando se mostraron activos en la pretemporada y se hicieron con los servicios del delantero Grant Hill, el alero-base Tracy McGrady, el centro Andrew DeClercq y el escolta Dee Brown, que se unen a Monty Williams, Darrell Armstrong, Bo Outlaw y el pivot británico John Amaechi.
Para los New York Knicks la salida de Ewing creó otro problema: buscar la fórmula para poner juntos, en la misma cancha, a tiradores tan 'egoístas' como Allan Houston, Latrell Sprewell y el recién llegado Glenn Rice.
Los Milwaukee Bucks agregaron un buena dósis de músculos con el alero Jason Caffey y el pívot novato Joel Przybilla, además de contar con anotadores de clase como Ray Allen, Glenn Robinson y Sam Cassell.
El resto de las franquicias del Este tiene pocas opciones de ganar un boleto a los playoffs, pero nunca pueden descartarse pues en más de una ocasión se les han atravesado a los favoritos en los momentos más inoportunos.
El sol se pone en el Oeste
El traslado de varias estrellas de la costa este hacia equipos del Oeste, hace pensar que nuevamente las franquicias de ese lado tienen etiquetas de favoritas para llevarse el título.
Hace cuatro años el gigante Shaquille O'Neal inició el éxodo de las estrellas hacia el Oeste, luego de romper con los Orlando Magic, y aunque al principio no fue aceptado con beneplácito por los aficionados de Los Angeles, poco a poco su carisma y calidad se fueron imponiendo para convertirlo en el líder indiscutido del equipo. Bajo la batuta de O'Neal, y con la sabiduría del técnico Phil Jackson, Los Lakers conquistaron la temporada pasada la corona de la NBA, luego de 12 años sin disfrutar ese momento glorioso.
El ejemplo O'Neal sentó la ruta a seguir por los nuevos 'inmigrantes': contratos más jugosos y la posibilidad de alcanzar un anillo de la NBA.
En 1997 San Antonio Spurs se 'sacó' la lotería y escogió en la selección de talentos al alero-pívot Tim Duncan, quien haciendo pareja con David Robinson guió a la franquicia tejana a su primer título de la Liga.
Al año siguiente, los Sacramento Kings adquirieron a Chris Webber y Vlade Divac, mientras los Rockets de Houston se reforzaron con el ex-compañero de Michael Jordan en los míticos Chicago Bulls, el alero Scottie Pippen. Phoenix Suns adquirió a Penny Hardaway, proveniente de Orlando y Pippen se mudó a los Portland Trail Blazers, sin embargo, todo ello es poco comparado con lo que ha ocurrido este año, cuando se ha producido la 'migración' más grande de la historia, desde que en 1970 se formaron las dos Conferencias.
El jamaiquino Patrick Ewing abandonó a los New York Knicks luego de casi dos décadas sirviéndoles de emblema, y se mudó a Seattle SuperSonics, que ahora pueden conformar un equipo capaz de amenazar el reinado de los Lakers.
Por primera vez en toda su carrera el armador Gary Payton tendrá de respaldo al hombre alto que siempre deseó para crear sus jugadas de fantasía, apoyado además por los hábiles Vin Baker, Rashard Lewis y el novato Desmond Mason, apodado el 'Demonio' por lo bien que se desenvuelve a la defensa.
''Definitivamente creemos que somos el equipo que más ha mejorado, pero el problema es que todos los conjuntos del Oeste también se han reforzado'', se lamentó el técnico de los SuperSonics, Paul Westphal.
Pero sin dudas uno de los equipos que más provecho sacó del descanso primaveral fue el de los Trail Blazers, que adquirieron a los poderosos Dale Davis y Shawn Keemp, dos buenos anotadores y terribles reboteadores.
A cambio de esos dos astros Portland cedió a los delanteros Brian Grant y Jermaine O'Neal, pero mantuvo intacto su núcleo de poder, con Pippen, Rasheed Wallace, Arvydas Sabonis, Steve Smith, y Damon Stoudamire.
Los campeones Lakers no se durmieron en los laureles y bajo la mirada de Jackson también reforzaron sus filas. Al tiempo que mantuvieron su dorada mancuerna de O'Neal y Kobe Bryant, cedieron gustosos a Glen Rice, un hombre que nunca se adaptó al sistema triangular.
Como parte del cambio que provocó la salida de Ewing, los Lakers mandaron a Rice a Nueva York y recibieron al veterano delantero Horace Grant, quien nunca ha perdido una postemporada en 13 años de carrera, además de firmar al controvertido guardia Isaiah Rider.
Pero los Lakers también tendrán un hueso duro en los Spurs de San Antonio, que a sus dos 'Torres Gemelas' --Tim Duncan y David Robinson-- sumaron a Derek Anderson.
Por su parte, los eternos Jazz de Utah son siempre aspirantes al título, aunque cada día sean más viejos. La tropa del estado de los mormones reemplazó al retirado Jeff Hornacek con John Starks y aún cuentan con la experiencia de los veteranos Karl Malone y John Stockton.
Otros equipos talentosos como Phoenix, Sacramento, Minnesota, Dallas y Houston simplemente se contentarán con poder llegar a la primera ronda de los playoffs, y esperar al próximo año para aspirar a cosas más serias.