SANTIAGO.- Como de alto riesgo definió este lunes la Intendencia Metropolitana el encuentro que sostendrán el próximo miércoles las selecciones de Chile y Argentina por las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Japón-Corea 2002.
Para este vital partido del combinado que dirige Nelson Acosta, se implementará -como en los encuentros con Brasil y Colombia- un cierre perimetral de cinco cuadras hacia el principal coliseo deportivo, con el fin de que los hinchas puedan ingresar -con su entrada- por este perímetro, que lo integrarán las calles José Domingo Canas con Campo de Deportes, Los Tres Antonios con Grecia, Maratón con Carlos Dittborn y Las Encinas con Pedro de Valdivia.
En la ocasión, el directivo de la ANFP, Oscar Lihn, señaló que todavía quedan 15.000 entradas de galeria, andes y fuera marquesina, las que se seguirán vendiendo en el Estadio Nacional con excepción del día del partido para no producir tumulto entre los hinchas.
Además, indicó que unos 300 acomodadores estarán en galería y tribuna pacífico para evitar que los hinchas que apoyen a la selección observen el encuentro sentados en las escaleras como muchas veces ocurre en los partidos de alta convocatoria.
Por su parte, el intendente Sergio Galilea señaló que "espero que el comportamiento de los hinchas sea como lo fue en los partidos con Brasil y Colombia y no como los desagradables episodios del encuentro entre Colo Colo y Universidad de Chile en el estadio Monumental".
Por ultimo, las botillerías que circundan el recinto de Ñuñoa permanecerán cerradas tres horas antes y después del encuentro donde Chile se juega el sueño de seguir con vida en estas clasificatorias.
