SANTIAGO.- Pocas novedades hubo en las alineaciones de Chile y Argentina. Salvo la aparición de Burgos en el arco trasandino, todo lo demás estaba tal cual lo habían planificado los entrenadores. Pero los planteamientos sí que sorprendieron, y lo que es peor, a Chile en campo propio.
Bielsa ahogó a los hombres de Acosta. Al cabo de los primeros 45 minutos, Pizarro nunca pudo tener el balón, nunca pudo darse sus vueltas sin tener a un rival que lo presionara. Tampoco se puede hablar de Estay ni de los laterales volantes (Galdames y F. Rojas) y así, Zamorano y Salas quedaron una vez más a merced de la defensa contraria, con Ayala y compañía respirándoles en la nuca.
Y por el otro lado, Verón se devoraba la cancha, con el apoyo efectivo del Kily González, Almeyda y el siempre ingenioso Ortega. Fue el jugador de River Plate quien se llevó a cuatro jugadores, incluso le hizo un túnel a Reyes, y a los 26' fusiló a Tapia con un puntazo.
Contreras tuvo la paridad con un cabezazo que se estrelló en el travesaño, pero fue poco como para igualar las acciones.