SANTIAGO.- El momento de cerrar los ojos antes de apagar las velas es el máximo lazo de fe en que los deseos se tienen que cumplir. Si todo eso es cierto, los anhelos que pidió el Estadio Nacional ante una torta de 62 velas podrían no ser del todo desmesurados.
Este lunes, el director de Digeder, José Dollenz, aprovechó los festejos para presentar el proyecto sobre el "Nuevo Coliseo Central", un plan que en los próximos cinco años debería transformarse en una techumbre de policarbonato para cobertura total del público, un sistema perimetral de iluminación que no produce sombra y dos pantallas gigantes de última tecnología para conformar la nueva infraestructura del Estadio, que quedaría con una capacidad para 72 mil espectadores.