BARCELONA.- La "furia" española se enfrenta este fin de semana con la potencia australiana en la lucha por el triunfo en la final de la 89a. edición de la Copa Davis de tenis, que se disputa este fin de semana en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
El equipo español tendrá la ventaja de jugar en su casa ante un público volcado a su favor y sobre la superficie preferida de sus tenistas: la tierra batida. Pero no deberá descuidarse ante un poderoso rival, actual campeón del torneo y 27 veces triunfador a lo largo de su historia.
La ausencia del número uno español -en teoría-, Alex Corretja, en la jornada del viernes, cuando se disputan los dos primeros individuales, fue la gran sorpresa del sorteo celebrado este jueves.
Sin embargo, como dijo el miércoles su sustituto, el joven Juan Carlos Ferrero: "Cualquiera de los jugadores del equipo que salga a jugar en la final lo hará con un cuchillo entre los dientes", para luchar por el triunfo.
El legendario capitán de Australia, el ex número uno mundial John Newcombe, señaló tras el sorteo de este jueves respecto al hecho de que Corretja no juegue el viernes: "Pensábamos que Corretja jugaría, pero supongo que lo están reservando para jugar contra Lleyton (Hewitt) el domingo".
Esta especulación de Newcombe es, seguramente, consecuencia de la victoria del tenista catalán sobre Hewitt la semana pasada en la Masters Cup de Lisboa.
Por su parte, Javier Duarte, entrenador de Corretja y líder del grupo de cuatro entrenadores (G4) que capitanea al conjunto español, explicó: "Ha sido una decisión del G4, que comunicamos a nuestros jugadores el pasado lunes. Pensamos que el mejor para enfrentarse a Hewitt el primer día es Albert Costa y el mejor contra Patrick Rafter es (Juan Carlos) Ferrero".
El hecho de que Costa venciera a Hewitt en junio en Roland Garros (tierra batida) y de que Ferrero haya derrotado a Rafter en su único enfrentamiento anterior son algunos de los motivos del G4 para reservar a Corretja, número 8 mundial, para el sábado, en que jugará el partido de dobles junto a Joan Balcells, y así, el domingo probablemente se enfrentaría con Hewitt.
El tenista español ha calificado al australiano de "maleducado y provocador en la pista", preparando el terreno para un duelo "caliente" en el probable encuentro estrella de la final.
El equipo español tendrá de este modo la ocasión de vengar las dos derrotas sufridas en sus anteriores finales de Copa Davis, en 1965 y 1967 en Australia sobre cancha de césped, cuando el conjunto liderado por el entonces jugador Newcombe batió a España, con su figura Manuel Santana a la cabeza.
