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El sueño de la ensalada

Desde los Juegos Olímpicos que Barcelona no volvía a vivir la expectación de las medallas. Este viernes y hasta el domingo el tenis concentrará el interés de los ibéricos. Luego de 33 años, España tiene la opción de quedarse con la "ensaladera" que se entregará este domingo en la ceremonia final de la Copa Davis de esta temporada.

08 de Diciembre de 2000 | 14:34 | Claudia Gutiérrez
BARCELONA.- No fue la bola amarilla recorriendo la tierra batida del Palau Sant Jordi lo que hizo que los españoles despertaran agitados hoy. Mayúscula fue la sorpresa ayer cuando el mentado G-4, la cúpula directiva de la Armada Invencible, decidió que el número uno de los ibéricos no jugaría el primer partido de la final de la Copa Davis que hoy se comenzó a disputar en el mencionado recinto deportivo de Barcelona.

Ya durante la semana se olfateaba la expectación por el sector del cerro de Montjuic, lugar donde se encuentra el techado palacio que albergara a algunas disciplinas en Barcelona 92. Un sinfín de Opel azules y blindados conducidos por tipos altos y de anteojos oscuros al más puro estilo James Bond se paseaban por las calles aledañas haciendo gala del evento. De lo más chic. Así como la Familia Real que comprometió su asistencia a los juegos - a excepción de Cristina que acaba de dar a luz a su segundo primogénito, también para felicidad de los catalanes. Y el mismísimo presidente de la Generallitat de Catalunya, Jordi Pujol, quien prometió también ir a ver los raquetazos de la Armada.

Es que desde los Juegos Olímpicos que Barcelona no volvía a vivir la expectación de las medallas. Este viernes los catalanes están de locales. Luego de 33 años, España tiene la opción de quedarse con la "ensaladera" que se entregará este domingo en la ceremonia final de la Copa Davis de esta temporada.

La prensa de hoy menciona la cita histórica de ambos equipos, luego de que
el '65 y el '67 se enfrentaran en Australia con fallidas actuaciones en ambas ocasiones. El tenista ibérico Juan Carlos Ferrero le declara sus ganas de comerse la "ensalada" al diario deportivo Marca, mientras que Corretja acepta con optimismo la decisión de los técnicos de retardar su ingreso a la cancha para los dobles y probablemente el domingo.

Los españoles parecen estar más inquietos que él. Y eso que Corretja es el número 1 y juega en su mismísima tierra de Cataluña.

¿Y los australianos? Mientras invaden el céntrico sector de las Ramblas
donde se ha instalado el grupo de seguidores "The Fanatics", sólo ríen. Con más de mil entradas estos hinchas son el quinto elemento y la gran carta de apoyo del grupo dirigido por John Newcombe.

Quien quiera celebrar deberá esperar. Porque los James Bond no eran meros espejimos. La seguridad del recinto ha sido máxima. Ni bebidas, ni alimentos
ni siquiera los cascos de motociclistas pueden ser ingresados al recinto
deportivo.

Ochocientos agentes, entre policías, guardias civiles y urbanos, mossos
d'esquadras y personal privado, están encargados de resguardar la seguridad. Sólo queda esperar si el lunes los ibéricos cambian los chorizos, las
fabadas y los cocidos, por una gran ensalada. Bueno sería al menos por los catalanes que volverían a dibujar sonrisas en sus deslavadas y serias caras.
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