SANTIAGO.- Pese a batir por cuarta vez el récord de carreras ganadas en un año en la hípica chilena y a ser el primero en su categoría en inscribir su nombre en la premiación anual que realiza el Círculo de Periodistas Deportivos, Luis Torres sigue siendo el mismo jinete que consiguió su patente el 26 de octubre de 1990.
Sí, ha madurado. Pero estos diez años han servido más para transformarse en uno de los mejores látigos que ha tenido el turf nacional que para otra cosa. Y lo confirmó el 31 de diciembre pasado, cuando redondeó una campaña con 321 victorias, una cifra que nunca antes un jinete de este lado de Sudamérica había logrado en 365 días de actividad.
Porque cuando Torres superó por primera vez el récord (1992), la marca estaba en manos de Carlos Rivera Avendaño, quien en 1977 había conseguido 244 triunfos. Aquella vez, el penquista se apuntó 270 carreras. Al año siguiente consiguió 310, pero en 1996 se impuso en 315 ocasiones.
Esta vez fue más allá, ayudado de sobremanera por la batalla que le dio el joven Manuel Martínez y por los 50 triunfos que consiguió en el Valparaíso Sporting Club. Porque en Santiago se acostumbró a ganarlo todo... y a conservar esa humildad que lo caracteriza desde que abandonó el colegio en octavo básico.