DOHA.- Parecía que iba a ser un trámite para Marcelo Ríos y que el español Fernando Vicente iba a tener la mente más enfocada en los dolores de su pierna derecha que en una cancha de tenis.
Sin embargo, la resistencia del hispano y algunos altibajos en el chileno alargaron un partido que debió ser más cómodo y más corto y que al final se resolvió 7-6(4) y 7-5 para Ríos en una hora y cuarenta minutos y que lo instala en semifinales en el Abierto de Qatar.
Las pequeñas vacilaciones de Ríos equipararon un encuentro en el que Vicente no pudo desplegar toda su gama de artillería que guarda en su derecho. Es tal la confianza en su recurso que a la larga el desgaste por ubicarse siempre para pegar de ese lado fue tan alto que terminó por recrudecer sus molestias en la pierna derecha.
Aunque parecía que Vicente no terminaba el partido, una antigua pesadilla pasó por la mente de Ríos quien, con 5-4 en el primer set, entregó su servicio y tuvo que trabajar duro el tie break para que no se le escapara el parcial.
Con un cómodo 4-1 en la segunda manga, parecía que el duelo -por mucho que Vicente ya no diera muecas de dolor- estaba sellado. Sin embargo, diez puntos perdidos consecutivamente desde la raqueta chilena hicieron que nuevamente el peligro tomara palco en el verde cemento musulmán.
Sólo la experiencia de Ríos -y gotas de precisión y de poner sobre la mesa la infinita superioridad- le permitieron cerrar el partido con un 7-5 que lo instala en semifinales, frente al bielorruso Alexander Voltchkov o el alemán Nicolas Kiefer.
Palabras mayores, pero que todavía no deberían ser amenaza para el regreso de Ríos.
