ROMA.- El Roma, pese a no contar con goleador argentino Gabriel Omar Batistuta, que está lesionado, ha aumentado a ocho puntos su ventaja como líder, al ganar en terreno del tercer clasificado Atalanta (0-2), en una decimotercera jornada que ha traído los desastres caseros del Lazio y del Parma.
La primera jornada del año 2001, a falta del duelo de la máxima milanesa Milán-Inter, llegó plena de sorpresas. Así, como tales, y de gran magnitud, pueden considerarse las victorias del decimoquinto Nápoles y del colista Reggina en casa del Lazio (1-2) y del Parma (0-2).
Pero lo que más claro ha dejado la jornada, y pese a faltar aún 21 más por disputarse, es que la Roma cada vez más acaricia el ansiado título liguero. Un equipo romano que no sólo ha pasado sin daños los tres últimos complicados enfrentamientos, que se decían iban a constatar la real opción al ''scudetto'' sino que en ellos, incluso, ha aumentado su ventaja al frente de la clasificación.
La Roma del técnico Fabio Capello salió con un plan humilde a un terreno pesado, maltrecho por la fuerte lluvia. Esta actitud le valió para llevarse una importante victoria ante un Atalanta que dio todo, que llevó el peso del juego, que dispuso de ocasiones de marcar, pero que fue maltratado por la efectividad del equipo líder.
Así, Marco Delvecchio golpeó apenas se puso el balón en juego con un temprano gol (m.1) que condicionó el resto de la confrontación, pues obligó al Atalanta a lanzarse al ataque y, con ello, a abrir unas líneas por las que penetró el contragolpe romanista.
Un contragolpe que machacó por segunda vez al borde del descanso, con el tanto de Tommasi (m.41), segundos después de haberle sido anulado un gol al Atalanta. En la segunda mitad, el empuje local siguió, pero decreció según pasaban los minutos por el cansancio y la desmoralización de ver a una Roma muy bien armada y que nada concedía pese a quedarse con diez hombre, por doble tarjeta de Cristiano Zanetti (m.67).
Tres puntos de oro para una Roma cada vez más líder y que ya lleva ocho puntos de ventaja a su inmediato perseguidor, la Juventus que anoche cedió un empate casero ante el Fiorentina (3-3).
El ''efecto Edmundo'', jugador brasileño fichado por el Nápoles y que esta mañana llegó a Roma y presenció el partido en la tribuna, no pudo traer mejor consecuencias para un equipo napolitano que ganó en terreno de un Lazio (1-2) que cada vez está peor.
Al Nápoles le bastó orden táctico para golpear a un Lazio impotente, perdido y que evidencia grandes carencias psíquicas y tácticas. Y eso que en las filas laciales volvía el argentino Juan Sebastián Verón. Pero, Nicola Amoruso (m.4) puso pronto en ventaja al conjunto napolitano y los nervios se hicieron notar del lado local.
Por si faltaba poco, una desafortunada acción, con autogol de Pancaro (m.37) y la expulsión del meta lacial Angelo Peruzzi (m.44) -salió el portero suplente en el lugar del delantero Hernán Crespo-, ya dejó casi todo sentenciado en favor del Nápoles.
Un Nápoles que en el segundo periodo se limitó a contener sin grandes apuros los alocados ataques de un Lazio que sólo descontó su desventaja en el minuto 87, en un dudoso penal, que anotó Sinisa Mihajlovic.
La pena máxima trajo consigo la constatación del claro divorcio que existe entre el equipo y su afición, pues tras el gol un sector del público lacial silbó a Mihajlovic e, incluso, entonó a coro el grito ''zingaro, zingaro''. Ahora, el Nápoles sale de la zona de descenso, mientras que el Lazio se va a once puntos del líder Roma y su técnico, el sueco Sven Goran Eriksson, sigue teniendo la ''espada de Damocles'' sobre él.
El chileno Marcelo Salas jugó todo el partido, pero, al igual que todo el plantel lacial, a un mediocre rendimiento.
También bajo grandes silbidos salieron los jugadores de un Parma que perdió en casa ante un Reggina (0-2) que llegaba como colista y que ganó con dos tantos de Dionigi (m.20 y 54), jugador recién fichado al Sampdoria. Los parmesanos han perdido fuelle, como evidencia que en los últimos cuatro partidos sólo han conquistado un punto. Jorge Vargas jugó en la segunda etapa en el elenco visitante, reemplazando al autor de ambas conquistas.
El Udinese, hasta hace mes y medio en los puesto de cabeza, sigue su pésima racha y hoy cayó en Perugia (3-1), con el segundo gol local, que rompía el momentáneo empate, obra de un defensa, Materazzi, que puede ser esta semana nuevo jugador del Inter de Milán. Julio Gutiérrez estuvo sentado en la banca de Udinese, aunque no jugó.
Un protestado gol de Locatelli (m.33) dio el triunfo local al Bolonia sobre el Brescia (1-0); mientras que en el restante encuentro, el Lecce, pese a empezar perdiendo, ganó en casa ante el Verona (4-2), en un duelo importante por no descender.
En partido jugado en sábado, también trascendental para la zona de permanencia, el Vicenza ganó al Bari (1-0).