ROMA.- Milán e Inter, en el primer duelo milanés liguero de la actual campaña, se repartieron los puntos con un empate (2-2) que no deja satisfechos a ninguno de los dos contendientes en un partido que cerró la decimotercera jornada de la Primera división italiana de fútbol.
El 247 duelo de la máxima rivalidad milanesa, primero del nuevo milenio y menos apasionante que otros por aquello de la mala marcha liguera de ambos, resultó competido, emocionante, evidenció las grandes carencias de los dos contendientes y muy pronto se puso en favor de un Inter de Milán que se adelantó con un tanto del turco Hakan Sukur.
Un Hakan Sukur que lleva camino de convertirse en el auténtico verdugo del Milán de los últimos años, pues no hay que olvidar que un gol suyo, cuando militaba en el Galatasaray, supuso hace dos años la eliminación del equipo milanista no sólo de la primera fase de la Liga de Campeones de Europa sino de toda competición continental en la campaña 1998-99.
El gol de Sukur (m.11), tras una bella acción del holandés Clarence Seedorf, quitó las alas a un Milán que había salido en tromba y hasta ese instante dominaba a un Inter que sufría, no salía de su área y que vio como un remate del alemán Oliver Bierhoff se estrellaba en el travesaño de la meta interista.
Pero en su primera acción de ataque, Sukur acertó y ahí se descompuso el Milán. El equipo del técnico Alberto Zaccheroni, que según algunas últimas informaciones podía quedar muy tocado en su puesto de no ganar este partido, se perdió, se puso nervioso y le entraron las prisas. El Inter de Marco Tardelli, en cambio, cada vez se asentaba mejor y golpeaba con peligro al contragolpe.
Pudo el Inter irse al descanso con un marcador más holgado, pero Sukur (m.32) y Christian Vieri (m.40) no acertaron cuando lo más fácil parecía ser el anotar. Ocasiones falladas y que, sin duda, dieron vida al Milán.
La salida tras el descanso de Costacurta y de Boban en lugar de Chamot y Leonardo arreglaron las cosas en un Milán que recuperó presencia y que, justamente, por medio del croata logró el tanto del empate (m.64). El duelo milanés volvía a partir de cero.
Tardelli, seguidamente, sustituyó a Sukur con el uruguayo Alvaro Recoba. Fue, no obstante, una vez más, Vieri quien tuvo en sus pies la gran ocasión de volver a castigar al Milán. Pero el delantero, solo ante el meta Abbiati (m.68), volvió a marrar una neta oportunidad.
Sería Luigi Di Biagio (m.72), al aprovecharse de las dudas en la formación de una barrera defensiva milanesa que esperaba el disparo de Recoba, quien sorprendiera a propios y extraños al ejecutar con rapidez y picardía un saque de falta y, desde unos treinta y cinco metros, pusiese el 1-2 en el marcador.
Tardelli volvió a mover ficha, sacó al español Farinós en el lugar de Seedorf en un claro intento de reforzar su labor de contención en el centro del campo. El Inter controlaba al Milán y parecía que no se le iba a escapar el triunfo final.
Pero en acción que parecía no llevar peligro, el Milán logró el empate, con un centro de Giunti que fue desviado lo justo por Bierhoff (m.85). El equipo milanista se lanzó en los minutos finales en busca de la victoria, pero ya no hubo espacio para nada más.
EL duelo se terminó con un empate que sirve de poco para ambos en cuando a la clasificación, pues, ahora, el Milán es sexto pero a doce puntos del líder Roma, mientras que el Inter es undécimo, a 15 puntos de los romanistas.