PORTO ALEGRE.- El Vasco da Gama y el Sao Caetano van a jugar un nuevo partido por la final del Campeonato Joao Havelange, anunció este lunes el Comité Ejecutivo del Club de los Trece, una liga formada por los clubes más poderosos de Brasil.
La decisión todavía depende del Tribunal Superior de Política Deportiva, pero se descuenta que en la reunión de mañana este organismo ratificará la opción por un nuevo partido, que se disputará en el estadio Maracaná el próximo jueves 18 a las 16 horas (18.00 GMT).
El primer partido de las finales había terminado 1-1 en campo del Sao Caetano. El segundo, jugado el pasado 30 de diciembre en la cancha del Vasco da Gama, se suspendió a los 23 minutos del primer tiempo, cuando el marcador estaba aún en blanco, después de que se rompiera un alambrado y cientos de aficionados cayeran de una de las tribunas a la cancha.
Después del grave incidente, en el que 169 personas resultaron heridas, los jugadores del Vasco da Gama, instados por los directores del club, se apoderaron del trofeo y dieron la vuelta olímpica, alegando que el 0-0 los favorecía y que eran campeones.
Poco antes, en la cancha cubierta de heridos, el dirigente del Vasco da Gama, diputado federal Eurico Miranda, había exhortado a "limpiar el terreno" para que el juego prosiguiera.
Dirigentes del modesto Sao Caetano llegaron a mostrarse dispuestos a compartir el título con el Vasco da Gama, pero muy pronto, fortalecidos por la fuerte reacción de la prensa y la opinión pública contra Eurico Miranda, el pequeño club reivindicó el título de campeón.
El Sao Caetano, un modesto equipo de segunda división del interior del estado de Sao Paulo, sorprendió al llegar a la fase final del torneo Joao Havelange eliminando a rivales poderosos, como el Flamengo y el Corinthians y conquistando su lugar en la final.
A todo esto las consecuencias del partido del 30 de diciembre siguen manifestándose. El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Michel Temer, y el del Senado, Antonio Carlos Magalhaes, desencadenaron una campaña por el desafuero de Eurico Miranda.
