RIO DE JANEIRO.- El Tribunal Superior de Justicia Deportiva confirmó este martes la realización de un tercer partido entre el Vasco da Gama y el Sao Caetano, el día 18 en Río de Janeiro, para dirimir el campeón de la Liga del 2000.
Los votos favorables de los nueve integrantes confirman la decisión que ayer, lunes, anunció en Porto Alegre el Comité Ejecutivo del Club de los Trece, la entidad que vincula a los equipos clubes más poderosos de Brasil y bajo cuya responsabilidad quedó el año pasado la organización de la Copa Joao Havelange.
Con la ratificación por la justicia deportiva, el campeonato brasileño se dirimirá en el estadio Maracaná.
El anunciado partido dará continuidad a la final que comenzó en el estadio Parque Antárctica, de Sao Paulo, con un empate a un gol, y supone "borrón y cuenta nueva" al que quedó suspendido en el Sao Januario de Río de Janeiro a los 23 minutos, a raíz de la rotura de una valla metálica, que causó heridas a 168 personas.
Los organizadores de la Copa Joao Havelange tenían como opciones para conjurar la crisis de la final la proclamación del Sao Caetano y el Vasco da Gama como "campeones" de la Liga, castigar al club carioca por los hechos trágicos que ocurrieron en su estadio y premiar con el título al equipo de Sao Paulo, o reanudar el partido que quedó en suspenso.
El anuncio de programar un nuevo partido y la ratificación por parte del tribunal deportivo fue criticado por los directivos del Sao Caetano, un sorprendente equipo de la segunda división que se convirtió en el "David" que sacó de carrera a varias instituciones de raigambre.
Por contra, el Vasco da Gama resultó favorecido con la absolución pública del Club de los Trece de toda responsabilidad de los hechos del 30 de diciembre y su astro, Romario de Souza, que había abandonado la cancha por una lesión poco antes de producirse la interrupción, podrá volver a alinear en el equipo titular.
Por el reglamento, que privilegia los goles obtenidos en calidad de visitante en la instancia para dirimir empates, un resultado sin goles en el nuevo partido de vuelta daría el título al Vasco da Gama.
Un empate 1-1, como el del primer partido, forzaría la decisión a una tanda de penales. La igualdad por dos o más goles dejaría el galardón en manos del Sao Caetano, que eliminó al Fluminense en los octavos de final, al Palmeiras en los cuartos de final y al Gremio en la fase semifinal.