QUITO.- Con la renuncia del técnico de Ecuador José María Andrade, reacio a recibir sugerencias de su jefe, el colombiano Hernán Darío Gómez, estalló el primer gran escándalo en el sudamericano juvenil de fútbol.
"No voy a regresar a la seleccion, así me vaya a buscar la policía", dijo Andrade a la prensa, poco después de abandonar la concentración de Ecuador en la ciudad de Riobamba, a 160 kilómetros al sur.
En forma interna quedó a cargo del equipo Fabián Burbano, uno de los integrantes del cuerpo técnico de Andrade que no hizo causa común con él, dijo la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
La dimisión de Andrade, que dejó a Ecuador en crisis, se produjo con la pelota apenas en movimiento en este torneo que empezó el viernes y que a su cierre el 4 de febrero clasificará a cuatro equipos para el próximo mundial Sub23 de Argentina.
"Me voy por la dignidad del fútbol ecuatoriano", expresó un enfadado técnico, que empezó a caer en desgracia el sábado tras el empate de Ecuador 0-0 ante la débil Venezuela, cuando recién era el debut de su equipo.
Ello habría dado lugar a que Gómez tratase de meter mano en el equipo, en su calidad de asesor general de los seleccionados ecuatorianos, además de ser timonel del equipo que está en plena clasificatoria para el mundial del 2002.
Andrade dijo que no aceptaba "imposiciones de nadie y no voy a aceptar que me impongan como debo formar el equipo", aunque en ningún momento lo mencionó a Gómez.