MARTINA HINGIS
La suiza ha tenido momentos difíciles de entender durante su carrera. Una vez le sirvió desde abajo a la Graf en plena final de Roland Garros y se llevó el mayor abucheo que se ha escuchado en la arcilla parisina. En Chile, casi se lleva un copazo en la cara luego de pelear con su hasta entonces compañera de dobles Anna Kournikova. Las dudas le llegaron a la ropa. Mitad frío, mitad calor, como su temperamento, la helvética no se decidió del todo por una polera a su medida y terminó jugando el primer Gran Slam del año con esta estampa.