MELBOURNE.- Muchos cambios se han producido en la vida de la estadounidense Jennifer Capriati y casi todos para bien, pues por segundo año consecutivo ha alcanzado las semifinales del Abierto de Australia.
Desde que dejó a su entrenador Harold Solomon el año pasado, después del torneo de Cayo Vizcaíno, su padre, Stefano, se ocupa personalmente de sus entrenamientos. También su vida sentimental ha sufrido una variación, pues a finales de la temporada pasada rompió su relación con el jugador belga Xavier Malisse, con quien llevaba un año y medio.
Más delgada, pues ha perdido casi siete kilos y medio, gracias a su nueva entrenadora física, Karen Brunette, los músculos de la "Niña de Oro" de Barcelona '92 han ganado en fortaleza. Cuando está en su casa de Wesley Chapel (Florida), Capriati combina gimnasio, ciclismo y carrera, pero sobre todo practica "Tae-Bo", una mezcla de ejercicios aeróbicos y tae kwon do que hace furor en Estados Unidos.
El resultado se ha hecho notar en Melbourne donde Capriati ha levantado dos partidos, contra la española Marta Marrero y su compatriota Monica Seles, con reacciones espectaculares. Hoy, su ex entrenador Solomon, que trabaja con Seles sólo durante el torneo de Sydney y el Abierto de Australia, pudo comprobar su puesta en forma.
"He pasado mucho tiempo haciendo ejercicio en comparación a lo que hacía antes porque eso es lo que se necesita ahora", dijo Capriati. "Si echas un vistazo a las otras jugadoras puedes comprobar cómo están en forma. No hay problema para golpear la bola, la cuestión es ¿cuántas veces puedes correr de lado a lado y hacerlo? y ¿cuánta fuerza tienes para controlar el poder de las otras?", se preguntó.
"Ha sido mucho el trabajo que he hecho y al final he obtenido resultados. Es muy gratificante vivir con expectativas e ir a por ellas", señaló.
Capriati, cuyos padres se divorciaron hace cuatro años, envió hoy un saludo a su madre, Denise, y a su hermano Steven, que viven en Palm Beach, por televisión, cuando al finalizar el partido contra Seles se acercó a una cámara y señaló: "Hola mamá, hola Steven, los quiero".
