PORTOVIEJO, Ecuador.- Las selecciones de Brasil, Colombia y Chile que participan en el Suramericano Sub 20 de Fútbol, sufrieron las consecuencias de un alojamiento inadecuado en la ciudad ecuatoriana de Portoviejo, donde hoy se juega la tercera jornada de la ronda final del torneo.
Mientras los equipos de Argentina, Paraguay y Ecuador pernoctaron en cómodos hoteles de la localidad costera de Manta, cercana a Portoviejo, brasileños, colombianos y chilenos fueron hacinados en un establecimiento de la capital de Manabí que no estaba en condiciones de atenderles de forma adecuada.
Las tres delegaciones debieron turnarse para utilizar el minúsculo comedor del hotel, mientras en las pequeñas habitaciones del establecimiento debieron acomodarse hasta cinco jugadores en algunos casos.
La cocina del hotel tampoco tenía la capacidad de atender los requerimientos nutritivos establecidos por los respectivos encargados de los equipos, que debieron resignarse a los platos que, con esfuerzo y buena voluntad del personal del hotel -escaso, por lo demás-, les fueron ofrecidos.
''Solicitamos ravioles para la cena y no tenían; la gente del hotel salió a comprar y no encontró en toda la ciudad'', comentó, molesto, Carlos Espina, coordinador de la delegación de Chile.
Hernando Montaño, que encabeza la delegación de Colombia, recorrió la ciudad en busca de un hotel más adecuado, pero no encontró, según dijo más tarde, resignado.
Los responsables del equipo brasileño estuvieron a punto de ordenar el regreso del equipo a Guayaquil a última hora de ayer, con la idea de regresar sólo para el partido, y sólo les disuadió lo pesado que resultaría para los jugadores hacer dos veces el trayecto entre la capital de la provincia del Guayas y Portoviejo.
La principal queja de los brasileños es que en algunas de las habitaciones se instalaron sillones-cama que resultaron demasiado pequeños para los espigados jugadores del equipo, cuyo promedio de estatura es superior a los 1,80 metros.
Los responsables de los tres equipos estudiaban hoy la posibilidad de presentar una protesta formal ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) y se quejaron de que nadie de la organización del torneo se haya acercado al hotel a verificar las condiciones en que se encontraban.
Las delegaciones de Brasil, Colombia y Chile eximieron de responsabilidad al hotel mismo, cuyo personal se esforzó por brindarles una buena atención, dentro de las limitaciones del establecimiento.
Según se indicó en la administración del establecimiento, sólo se les comunicó con dos días de anticipación que llegarían las tres selecciones, por lo que no tuvieron el tiempo suficiente para prepararse de mejor forma, además de disponer de un mayor número de habitaciones, ya que una buena parte de ellas estaba ocupada por otros huéspedes.
Los encargados de los tres equipos coincidieron en anunciar su regreso a Guayaquil apenas terminen sus respectivos partidos.