MADRID.- El español Carlos Sainz, al volante de un Ford Focus WRC, afronta el Rally de Suecia con la intención de ratificar el buen comienzo de temporada que supuso el segundo puesto en Montecarlo, y a la vez romper el "maleficio" que pesa sobre los pilotos no escandinavos sobre la nieve de esta prueba del Mundial.
La quincuagésima edición del Rally de Suecia, segunda prueba del Mundial, se disputará sobre 1.924 kilómetros totales, 380 de los cuales corresponderán a diecisiete tramos cronometrados sobre la nieve y el hielo que cubre los caminos de tierra forestales de las regiones de Varmland y Dalarna.
En un intento por garantizar nieve suficiente, fundamental para el desarrollo de esta carrera, los organizadores han llevado la prueba un poco más hacia el norte, aunque mantiene su "cuartel general", y punto de salida y llegada de cada etapa, en la ciudad de Karlstad.
Esta carrera es una de las más rápidas y espectaculares de cuantas se disputan en el Mundial. En la nieve y el hielo de Suecia se alcanzan habitualmente velocidades medias de 110 kilómetros por hora con temperaturas entre veinte y treinta grados bajo cero.
Las características específicas de esta carrera hace especialmente delicada la elección de los neumáticos. Otro de los rasgos de esta prueba es que en su medio siglo de existencia jamás ha ganado un piloto que no sea sueco o finlandés.
Romper esta larga tradición en uno de los objetivos que sigue teniendo Carlos Sainz, que ya acabó con el "mito" del Rally de Finlandia -antes 1.000 Lagos- al convertirse en el primer piloto no escandinavo que lo agregó a su palmarés. Fue en 1990, entonces con Toyota.
"Me encanta este rally y espero que las mejoras introducidas en el Focus me permitan ser el piloto que ponga fin al dominio escandinavo en Suecia", ha comentado Carlos Sainz, el piloto que hasta la fecha ha estado más cerca de conseguirlo ya que ha sido segundo cuatro años seguidos, entre 1996 y 1999.
Pero para Sainz lo más importante es continuar con el buen momento que el equipo Ford exhibió en enero en Montecarlo, en donde acabó en los puestos segundo y tercero, con él mismo y el escocés Colin McRae, tercero en Suecia el año pasado.
Ford no gana en Suecia desde 1978. La última vez lo consiguió el sueco Bjorn Waldegard al volante de un Escort RS 1800.
Dos de los principales aspirantes a la victoria final son, como no, los finlandeses Marcus Gronholm (Peugeot 206) y Tommi Makinen (Mitsubishi Lancer). El primero, actual campeón del mundo, se impuso en Suecia el año pasado en la primera victoria mundialista del 206.
En esta ocasión estará arropado en el invierno sueco por el francés Didier Auriol y los también finlandeses Toni Gardemeister y, por primera vez, Harri Rovanpera. Los tres coches oficiales de la marca francesa, actual campeona mundial, abandonaron en Montecarlo y en Suecia tratarán de que ese hecho sólo sea historia.
El número uno de las apuestas es Makinen. El dominador del Mundial entre 1996 y 1999 ha estado en el podio de Suecia los últimos seis años, en lo que ha ganado tres veces (1996, 98 y 99), ha sido dos veces segundo (1995 y 2000) y una tercero (1997).
Su equipo, Mitsubishi Ralliart, contará por primera vez en una prueba del Mundial con tres pilotos oficiales. Al lado de Makinen estará el sueco Thomas Radstrom, ganador de esta carrera en 1994 y considerado un especialista. El tercero será el belga Freddy Loix.
El equipo Subaru, que tratará de hacer olvidar el abandono en masa que protagonizaron sus tres coches en Montecarlo, tendrá en el inglés Richard Burns y el noruego Peter Solberg a sus primeras bazas, y ambos estarán apoyados por el estonio Markko Martin.
La checa Skoda (Octavia WRC), con el alemán Armin Schwarz y el belga Bruno Thiry, y la surcoreana Hyundai (Accent WRC), con el sueco Kenneth Eriksson y el escocés Alister McRae, cerrarán la participación oficial en Suecia, cita a la que sólo faltará la también francesa Citroen.