VIÑA DEL MAR.- Un día promete, pese a sus 22 años. Pero a las 24 horas después cae en lo más profundo de sus limitaciones. No es otro que el chileno Adrián García (252°), que este martes se despidió del torneo ATP de Viña del Mar tras perder por un doble 6-3 en primera ronda con el joven español Feliciano López (256°).
Fue un duelo entre jugadores emergentes, que buscan hacer un buen torneo y dejar atrás sus incursiones en challengers. Pero López, de 19 años, se vio más contundente, con una zurda que hace todo más fácil, pese a caer en lagunas de errores no forzados, y un servicio que podría llegar a complicar a cualquier jugador del mundo.
García fue el primero en sufrirlo. Nueve aces y devoluciones muy complicadas, que dejaban el campo abierto al jugador hispano, dejaron la defensa del chileno al descubierto. Y el ataque tampoco funcionó, pese a realizar cambios de ritmo (López respondió casi sin problemas) y a jugar tantos tiros cruzados como paralelos.
A la luz del juego de ambos, el desenlace era cuestión de tiempo. Más si al promediar el primer set García utilizó su tiempo legal para llamar al "trainer". Una molestia en el hombro derecho obligó al asistente médico a utilizar un par de analgésicos. Pero García no mejoró. Menos su juego.
Y López siguió manejando el encuentro con su zurda envenenada, que con el pasar de los games fue haciendo estragos en el chileno. García no podía siquiera seguir el ritmo del europeo y cuando lo hacía correr, éste reaccionaba sin contratiempos.
Una hora y seis minutos duró el ATP viñamarino para el penquista García. Poco, muy poco. Hasta él mismo lo reconoció: "Jugué muy mal, la molestia en el hombro, que la tengo desde la pretemporada, no es excusa. Además, él jugó un buen partido. No tuve nada que hacer".