BUENOS AIRES.- Las anteriores veces que Marcelo Ríos se retiró del Buenos Aires Lawn Tennis Club lo hizo entre aplausos a regañadientes y exclamaciones para callado, por las extraordinarias presentaciones, sobre todo en Copa Davis.
Esta vez, Ríos se fue abucheado, como en buena parte del partido, y aunque obviamente no le gustó salir así, al menos compartió la desilusión de los argentinos que presenciaron el "papelón".
Impensadamente tranquilo, Ríos confesó en la cita con la prensa que "si no es una de las actuaciones más malas de mi carrera, está cerca de serlo".
Los periodistas intentaron rastrojear las causas de tan mal desempeño en las dos últimas semanas.
Uno aventuró su condición de futuro padre, golpe que el chileno asumió más tranquilo todavía: "Como todo ser humano, las cosas que me pasan también me van cambiando. Cuando era más joven todo giraba en torno al tenis y ahora no es que esté desligado de esto, pero como no me va bien trato de buscar apoyo en otras cosas. El casarme y ser padre próximamente me han sacado la cabeza del tenis".
Entonces se produjo un silencio. Ríos trató de ahondar en el tema: "He estado entrenando, pero llegan los partidos y no puedo jugar en el nivel que acostumbraba. Entonces me enojo y asumo una actitud que tampoco me ayuda a mejorar. No me siento bien físicamente y ando muy flojo, porque estoy decaído".
"¿Está pensando en el retiro?", consultó un periodista, "No, no lo he pensado. Siempre he dicho que me gustaría terminar mi carrera joven, pero todavía tengo un poquito de ganas y ojalá mi carrera duro mucho tiempo más", dijo.