SANTIAGO.- El nuevo entrenador de la Unión Española, Leonardo Véliz, se encontró con la marea roja, y no precisamente con la diminuta barra del club de la colonia sino con el malestar del plantel por las deudas que mantienen los dirigentes y que, por no cumplir con el pacto de pagar el viernes pasado, implicó la negativa de los jugadores a entrenar esta tarde.
Véliz no sólo estuvo de acuerdo con la postura del equipo sino que se ofreció para servir de intermediario entre plantel y dirigentes para encontrar una solución.
Jesús Goya, presidente de Unión Española, aseguró que este viernes se le pagará al plantel el dinero adeudado, a través del aporte entregado por la firma "Debeza y Ferrari", nuevos socios de la institución.