SEPANG.- Michael Schumacher ganó el domingo un accidentado Gran Premio de Malasia, su sexta victoria consecutiva en la fórmula uno, en otra demostración de la supremacía de la escudería Ferrari.
El alemán Schumacher se recuperó de un trompo, un aguacero que empapó el Circuito Internacional de Sepang, dos partidas en falso y una parada en los pits que pareció demorar una eternidad.
Schumacher fue escoltado por el brasileño Rubens Barrichello para que los Ferrari completaran el 1-2.
El McLaren del escocés David Coulthard, que alcanzó a estar en la punta transitoriamente, quedó relegado a un tercer lugar, seguido por el Jordan del alemán Heintz Harald Frentzen.
Ralf Schumacher, el hermano de Michael, terminó quinto con su Williams, mientras que el finlandés Mika Hakkinen logró la sexta colocación con el otro McLaren.
La prueba fue la segunda de la temporada y le dio a Schumacher su 46to triunfo en la fórmula uno. Ahora se encuentra a cinco victorias de alcanzar el récord de 51 en manos del francés Alain Prost.
Asimismo, la sexta victoria consecutiva lo deja a tres del récord de nueve fijado por Alberto Ascari entre 1952 y 53.
"Es fabuloso dominar tan ampliamente, pero sabemos que eso no será así en todas las carreras", declaró Schumacher. "Se presentaron condiciones y circunstancias especiales y sacamos provecho de ellas".
Una comedia de errores demoró la largada de la prueba. La primera fue una salida en falso cuando el Renault del italiano Giancarlo Fisichella fue colocado incorrectamente en la parrilla, retrasando nueve minutos la competencia.
Un segundo intento resultó fallido cuando el Williams del novato colombiano Juan Pablo Montoya, que largaba del sexto lugar, no arrancó y éste tuvo que emplear otro auto.
Por segunda vez, el infortunio acompaño a Montoya, que apenas logró completar tres vueltas. En Melbourne, escenario de la primera carrera de la temporada, Montoya fue afectado por un problema mecánico al promediar el giro 40.
La lluvia empezó a caer cuando se corría la segunda vuelta y los dos Ferraris inmediatamente fueron a los pits en busca de nuevos neumáticos, con el auto de Schumacher casi perdiendo el control.
El cambio de neumáticos tardó más de un minuto, una verdadera eternidad en la fórmula uno, pero poco a poco los Ferraris fueron ganando terreno y para la vuelta 10 se encontraban pisándole los talones a Coulthard.
Schumacher se apoderó de la delantera al término de la 15 con una maniobra por el lado derecho de la pista, que demostró porqué es considerado el mejor piloto en condiciones de lluvia.
En las siguientes tres vueltas, Schumacher le había sacado una ventaja de 10 segundos sobre Barrichello y casi medio minuto a Coulthard.
El Jaguar del brasileño Luciano Burti figuró décimo, mientras que el Prost del argentino Gastón Mazzacane se colocó 12. El brasileño Tarso Marques, a bordo de un Minardi finalizó 14to.