LE CASTELLET, Francia.- Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), y Bernie Ecclestone, máximo responsable de "Formula One Management" -asociación de constructores- han avalado con su presencia la presentación del monoplaza que la marca japonesa Toyota utilizará a partir de 2001 en el Mundial.
Toyota ha presentado este viernes en el circuito francés Paul Ricard -la que será su base principal de pruebas- el coche con el que, partiendo totalmente de cero, irrumpirá en la Fórmula Uno a partir de la próxima temporada como undécimo equipo en la formación de salida.
Max Mosley ha asegurado que el de hoy ha sido "un día histórico". "Esta es la primera vez en la era moderna que un constructor decide dar el paso de entrar en la F-1 partiendo de la nada y haciéndolo todo (chasis, motor, caja de cambios...), lo que demuestra la enorme confianza que tienen en su propia tecnología", comentó el presidente de la FIA.
"Toyota ha evidenciado ser muy valiente al dar este paso y la FIA está orgullosa de que lo haya hecho porque demuestra la salud del campeonato del mundo de F-1, un certamen al que las marcas siguen queriendo entrar. Creo que el equipo puede llegar alto mucho antes de lo que la gente imagina", agregó Max Mosley.
Ove Anderson, presidente de "Toyota Motorsport GmbH", sabe la dificultad que entraña llegar a un mundo tan complicado como el de la F-1, pero está seguro de que "los grandes retos nos son ajenos" a la marca que representa.
"Queremos ganarnos el respeto de todos, así que trataremos de llegar al primer Gran Premio del año que viene en las mejores condiciones. Nuestra intención es empezar al menos con el 107 por ciento del tiempo que decida la primera posición de la formación de salida", afirmó Anderson.
"Hemos trabajado intensamente 18 meses para hacer un coche de Fórmula Uno. Hasta hoy el coche sólo había rodado 6,9 kilómetros. A partir de esta presentación el equipo va a rodar en todos los circuitos del Mundial para aprender lo máximo posible y llegar en buena situación al primer gran premio del próximo campeonato", indicó.
Después de su trayectoria en las carreras de grandes turismos (GT) y, por encima de todo, en el Mundial de Rally, en el que alcanzó tres títulos de marcas (1993, 1994 y 1999), cuatro de pilotos (Carlos Sainz en 1990 y 1992, Juha Kankkunen en 1993 y Didier Auriol en 1994) y un total de 43 victorias, Toyota ha centrado todos sus esfuerzos en la Fórmula Uno.
La de 1999 fue la última temporada oficial de Toyota en el Mundial de Rally. Desde entonces ha trabajado exclusivamente en el desarrollo del nuevo bólido de Fórmula Uno, que ha construido en el tiempo récord de 18 meses con un equipo con personas de 27 nacionalidades.
El primer coche de Fórmula Uno de Toyota, con Ove Anderson a la cabeza, se ha construido íntegramente en la sede europea de la firma japonesa, en Colonia (Alemania), y será el año próximo el cuarto equipo del Mundial que construye tanto el chasis como el motor, algo que hasta ahora sólo hacen Ferrari y Jaguar y que en 2001 también espera hacer Renault -el año próximo se consuma definitivamente la absorción de Benetton-.
El nuevo coche, pintado predominantemente de rojo y con franjas blancas en los alto de la carrocería, ha sido descubierto por los que serán los pilotos del equipo: el finlandés Mika Salo, un experimentado piloto de Fórmula Uno que ha pasado por Ferrari, Sauber, Lotus y Tyrrell, y el británico Allan McNish, campeón el año pasado del campeonato "American Le Mans Sportscar".
La construcción ha estado dirigida técnicamente por André de Cortanze. La elaboración del chasis ha sido responsabilidad de Jean Claude Martens, mientras que del motor se han encargado Norbert Kreyern y Luca Marmorini. El jefe del equipo es Ange Pasquali.
El circuito de Paul Ricard será el recinto principal de pruebas del equipo, aunque sus responsables tienen previsto rodar este año en todos los trazados del campeonato del mundo para adaptar el coche a todas las condiciones.
