MIAMI.- La salud financiera del tenis masculino está en peligro, tanto, que muchos de sus protagonistas no descartan en un futuro cercano cambios en los ejes de poder de la ATP y en el propio deporte, abriendo posibilidades impensables hasta hoy.
Hace 16 meses el director ejectivo de la ATP, Mark Miles, presentaba triunfante un acuerdo con la licenciataria suiza ISL, que compraba por diez años los derechos de comercialización del circuito masculino a un costo de 1.200 millones de dólares.
Pero la realidad es ahora bien distinta. ISL está encontrando serias dificultades para cumplir sus compromisos, debe dos cuotas por montos millonarios a la ATP y ya avisó que no podrá pagarle a los Masters Series lo acordado para 2002.
El acuerdo firmado a fines de 1999 contempla la cesión por parte de la ATP a ISL de los derechos de televisación y comercialización de los nueve Masters Series y de una serie de torneos a determinar. incluso con la cláusula de que si ISL no cumplía sus compromisos, la venta de derechos de televisación y la comercialización quedaban en sus manos, dejando a la ATP fuera del negocio.
La ATP está entonces en la peor de las situaciones: su acuerdo con ISL no funciona, y los beneficiados de ese fracaso serán los torneos, lo que implica una fuerte pérdida de poder para la organización que dirige Miles.
"Si alguien tomara la decisión de jugar fuerte, por ejemplo International Management Group (IMG) y algún aliado, podría lanzar un circuito fuerte uniendo a los Grand Slams con cinco o seis Masters Series. Si la ATP no encuentra solución a este asunto, el tenis masculino puede sufrir un vuelco muy importante", aventuró una fuente muy cercana a la organización del Masters Series de Miami, que ve también la posibilidad de reorganizar geográficamente la presencia de los grandes torneos en el mundo, abriendo chances para Latinoamérica y Asia.