ROMA.- Comenzará mañana, y está destinado a durar por lo menos hasta el miércoles próximo, el proceso deportivo implementado por la Federcalcio italiana contra cuatro clubes, nueve dirigentes y trece jugadores, en su gran mayoría sudamericanos, involucrados en el escándalo de los pasaportes falsos.
''Tiene razón el presidente de la FIFA, Joseph Blatter: quien se equivocó debe pagar sus culpas y enseguida, el fútbol tiene sus reglas que deben ser respetadas, de otro modo debe dar adiós a toda su credibilidad'', declaró hoy el presidente del Tribunal de Disciplina, Carlo Porceddu, a cuyo cargo estará el enjuiciamiento de los citados.
De los jugadores acusados, el más importante es el internacional uruguayo de Inter, Alvaro Recoba, además de los brasileños Alberto, Warley y Jorginho (Udinese), Jeda y Dedé (Vicenza), Tiago (ex juvenil de Inter) y Dida (Milán), el paraguayo Da Silva (dado en préstamo por Udinese), los camerunenses Francis Ze y Thomas Job y otros dos africanos, Mekongo y Jean Ondoa, ambos provenientes de Cabo Verde (Sampdoria).
Los clubes que resultarán procesados por ''responsabilidad objetiva'' son Inter, Udinese, Vicenza y Sampdoria y entre los dirigentes figuran los directores generales de Inter y Udinese, Gabriele Oriali y Pierpaolo Marini, y el ex presidente de Sampdoria, Enrico Mantovani. Los casos de Roma y Lazio, actual líder y último campeón, respectivamente, están en sede penal, por los pasaportes del argentino Juan Verón y el brasileño Aldair, entre otros, y podrían ser también sancionados por la Federación en una segunda instancia.
El caso más polémico de los pasaportes falsos, obtenidos por muchos jugadores sudamericanos para no ocupar plaza de extracomunitario, es por ahora el de Recoba, pues jugó quince meses con un documento falso y se trata de uno de los jugadores mejor pagos en Italia.
La afirmación de Porceddu, en línea con el pedido de sanciones de Blatter, parece presagiar que habrá suspensión para los jugadores involucrados y quita de puntos para sus clubes.
