BUENOS AIRES.- El líder River Plate visitará mañana al irregular Boca Juniors en la 168 edición del superclásico del fútbol argentino, que acapara toda la atención de la décima fecha del Torneo Clausura.
El partido comenzará a las 17.10 locales (20.10 GMT) en el estadio Alberto J. Armando de Buenos Aires, que se prevé estará desbordado por más de 50.000 espectadores, quienes dejarán una recaudación cercana al millón de dólares.
Los diez puntos que River, cómodo líder del torneo con 22 unidades, le lleva a Boca en el campeonato significan poco frente al superclásico, en el que el equipo de la ribera tiene amplia ventaja ante los ''millonarios'' en los últimos años.
''River es vulnerable. Para ellos, perder será fatal'', anticipó el delantero Marcelo Delgado, quien coincidió con su técnico Carlos Bianchi: ''Si ganamos, podemos mirar el campeonato de reojo''.
River, ciertamente, intentará revertir una racha adversa ante su archirrival para confirmar que no sufre de ''complejo de inferioridad'' ante Boca, que hace seis años no pierde jugando el clásico como local.
''Somos más equipo que Boca'', se autoestimuló el zaguero paraguayo Celso Ayala, quien intentará conseguir su primer triunfo en su octavo superclásico ante Boca (perdió siete veces y empató la restante).
En River estará desde el inicio el zaguero colombiano Pedro Yepes, quien tendrá enfrente a sus compatriotas Mauricio Serna y Jorge Bermúdez (el arquero Oscar Córdoba sufrió un desgarro jugando para Colombia que lo dejó fuera del partido).
También será titular el paraguayo Pedro Sarabia, uno de los que jugó y perdió 1-4 en la semana ante The Strongest de Bolivia por la Copa Libertadores y quien, al igual que otros jugadores, regresó de La Paz con problemas derivados de la altura y debió ser medicado.
A diferencia de River, Boca llega al partido tras vencer 1-0 sobre la hora a Oriente Petrolero de Bolivia como visitante y asegurarse el primer lugar en su grupo en la Copa Libertadores, en la que -al igual que River- presentó varios suplentes.
El de mañana será el último superclásico del juvenil Juan Román Riquelme, quien -de no mediar inconvenientes- jugará la próxima temporada en Barcelona de España, club que pagará a Boca 26 millones de dólares para sumar su talento al plantel catalán.
Barcelona podría ser también el próximo destino del juvenil de River Javier Saviola (se habla de negociaciones entre ambos clubes), en cuyos pies descansan parte de las ilusiones de los ''millonarios'' de ganar después de mucho tiempo en la Bombonera.
Saviola es otro de los que alimentó el folklore previo al superclásico al afirmar con ironía: ''espero que Jorge Bermúdez (que vuelve tras una suspensión por agresión de tres fechas -aunque jugó dos-) me incomode y no que me acomode (un golpe)''.
El de mañana será un clásico fundamental para las aspiraciones de ambos equipos (al punto que ninguno confirmó aún las formaciones). Si gana, River se afianzará en la cima del torneo y recibirá un envión anímico que podría ayudarle a consagrarse campeón de antemano.
Si gana Boca, en cambio, confirmará su ''paternidad'' en el clásico y conseguirá levantar un mal comienzo en el torneo local, tras sufrir el éxodo de varias de sus estrellas que lo dejaron lejos del brillo que supo tener el último campeón local e intercontinental hasta hace muy poco tiempo.
La décima fecha del torneo comenzó a disputarse el viernes con la victoria como local de Talleres de Córdoba (19 puntos) sobre Independiente (11), que se vio perjudicado por un mal arbitraje (le anularon un gol legítimo al uruguayo Diego Forlán) y mereció mejor suerte.
Hoy por la noche, en tanto, San Lorenzo (17) recibirá a Colón de Santa Fe (15), Unión (14) a Huracán (11), Newell's Old Boys (11) a Belgrano de Córdoba (10), Gimnasia y Esgrima La Plata (9) a Almagro (10) y Argentinos Jrs (14) a Lanús (último con 7 unidades).
Mañana, además del superclásico, completarán la fecha: Chacarita Jrs (11)-Vélez Sarsfield (9), Racing Club (15)- Estudiantes de La Plata (11) y Los Andes (10)-Rosario Central (10).