SANTIAGO.- La última vez que Macarena Miranda estuvo en una cancha de tenis jugando por los puntos de verdad ya no podrá contarse como la última vez. Para las estadísticas, en 1994, la ex vicecampeona del Orange Bowl y número uno del tenis chileno durante cuatro años disputó dos torneos en casa y, tras caer en una final ante Paulina Sepúlveda, decidió colgar la raqueta, porque se sentía "vieja", como ella misma recuerda.
Rejuvenecida siete años más tarde, la ahora comentarista deportiva acaba de ganar las clasificaciones para entrar al cuadro grande de la Copa Cachantún, que se empieza a jugar este jueves en las arcillas del club Balthus y que congrega a las 16 mejores tenistas del momento.
Macarena Miranda es ahora una de ellas. "No fue fácil asumir el desafío, pero así como en el '94 dejé las canchas porque estaba estudiando y sentía que no era compatible con el tenis, ahora se me fortalecieron las ganas y se me despertaron otra vez las ansias de ganar", dice tras vencer este martes por 6-3, 4-6 y 6-0 a la viñamarina Marcela Méndez, en la última jornada clasificatoria.
Los planes de la ex número uno de Chile apuntan a jugar al menos dos años más en el circuito ("ojalá con algún campeonato en mis manos") para luego compartir su tiempo entre los comentarios y el entrenamiento a alguna jugadora de proyección.
"Le estoy tomando de nuevo el gusto al tenis. Entreno tres horas y media cada día, Yonex me ofreció un contrato, lo que me estimula para volver con ganas", asegura.
Aunque reconoce que si estuviera en Argentina o en Europa sería más difícil volver a girar en el circuito, la tenista considera que "el nivel en Chile no es bajo como se piensa, sino que es sólo un problema de mentalidad. No sé por qué la mayoría se acompleja jugando contra una extranjera o al salir fuera de Chile. Eso es lo que me gustaría mejorar siendo entrenadora".
En primera ronda de la Copa Cachantún, que reparte unos 800 mil pesos en premios, Macarena Miranda se medirá con Cecilia Varela, la primera etapa del regreso. "Sé que no es fácil volver, que me llevan literalmente años de tenis, pero creo que con mi retorno podré ayudar a levantar el tenis chileno. Si lo consigo, jamás saldré de una cancha arrastrando los pies".