ROMA.- El español Juan Carlos Ferrero (n.8), derrotó en la final al gran favorito, el brasileño Gustavo Kuerten (1), por 3-6, 6-1, 2-6, 6-4 y 6-2, en tres horas y cuatro minutos, para ganar el "Masters Series" Roma'2001 de tenis, que se ha disputado en el Foro Itálico.
Juan Carlos Ferrero, que logra su primer triunfo final en un torneo de esta categoría, se embolsó un premio de 400.000 dólares; mientras que Kuerten ganó la mitad. Este es el cuarto torneo de Ferrero en esta temporada, después de los logrados en Dubai (pista dura), Estoril y Barcelona (tierra).
Ferrero devolvió la moneda a Kuerten, que en las semifinales de Roland Garros del pasado año derrotó al español tras un larguísimo encuentro decidido también en cinco sets.
El español, casi un año después, coronó en Roma su sueño de lograr uno de los torneos grandes. Y lo hizo mostrando un gran tenis y, sobre todo, una excelente condición física bajo un sofocante calor, y a pesar de todo acabó más entero que un Kuerten que afrontaba su tercera final consecutiva en Roma (ganó en 1999).
El partido resultó muy disputado y en sus primeros compases Kuerten estuvo mucho más entonado. El brasileño machacaba con su primer saque (5 "aces" en el primer set) a un Ferrero que no encontraba un buen servicio y, además, enviaba fuera o contra la red bolas aparentemente fáciles.
A Ferrero le costó entrar en el partido y eso supuso que Kuerten se escapase en el marcador con un claro 3-0, tras romper el saque del español en el segundo juego. El brasileño volvió a apoderarse del servicio de su rival en el sexto y se fue con un claro 5-1. Esta manga se cerró con un 6-3, en media hora, y con una impresión negativa para la suerte del español.
Pero "el mosquito", empezó a picar a su rival, a clavarle el aguijón a partir del segundo set, cuando su saque comenzó a funcionar y sus restos también eran eficaces. Así rompió el servicio de Guga en el cuarto juego y con un favorable 3-1, el levantino se encaminó hacía su primer triunfo parcial, y se hizo con el segundo set por 6-1.
La tercera manga resultó igualada, pero era Ferrero quien disponía de las opciones de romper el saque rival. Lo pudo conseguir en el primer y quinto juego, pero en esos momentos a Kuerten le salvó su primer servicio y alguna que otra bola sobre la línea. El brasileño, en su primera ocasión, en cambio se hizo con el saque del español en el sexto juego, lo que le permitió enderezar el set en su favor ya con un 4-2.
Kuerten cerró el tercer set de nuevo sobre el saque de un Ferrero que volvió a desaprovechar en el juego anterior una nueva opción para restablecer la igualdad.
Pero lejos de hundirse, Ferrero, que corría a por todas las bolas, fue aumentando sus aciertos y evidenció estar en una excelente condición física. Kuerten, en cambio, parecía acusar más el fuerte calor.
Con igualdad en el marcador, Ferrero hizo suyo el set en el séptimo juego, cuando rompió el saque de Kuerten y obtuvo una ventaja que materializó con su saque por 6-4.
Todo se iba a decidir en el quinto set, donde el fondo físico estaba claro que iba a contar mucho. Y casi de inicio quedó plasmado que Ferrero estaba mucho más entero que Kuerten. Tanto que, incluso, bien puede decirse que jugó su mejor manga del partido.
Tras romper el saque de Kuerten en el primer juego, Ferrero ya se hizo total dominador de la situación sobre la pista. Su saque, además, le funcionaba y se hacía con sus juegos con facilidad (dos de ellos en blanco).
Esto ya fue una losa para Kuerten que vio a un Ferrero sin fisuras y el español volvió a romper el saque del brasileño en el séptimo juego, para situarse con un contundente 5-2. El español, nacido en Onteniente hace veinte años, para evidenciar su superioridad cerró seguidamente el partido y, además, al estilo Kuerten: con un "ace".
Ferrero, en el día de la madre en Italia, tras dar la mano a Kuerten, se fue hacía las gradas, besó a su novia, saludó a su padre y a su entrenador, y, por fin, alzó su primer "Masters Series".
Fue en Roma donde se convirtió en el "Rey de la Ciudad Eterna", pero, sobre todo, confirmó su candidatura para Roland Garros. Lo hizo, además, ante un excelente Kuerten, evidenciando ambos ser actualmente de los mejores del mundo sobre tierra batida.