PARIS.- Pocas veces un tenista se puede ir contento de la cancha si ha caído derrotado, pero este miércoles el chileno Fernando González se retiro de la pista cuatro de Roland Garros con la frente alta y la sonrisa perfecta pese a caer en ante el español Jacobo Díaz en la segunda fase del Abierto de Francia.
González, que cayó 6-3, 5-7, 3-6 y 4-6, fue nuevamente presa de momentos irregulares, pero la larga lucha dada contra el español y varias jugadas en que su potencia desequilibró el partido, terminaron por darle un balance auspicioso a su primera incursión como profesional en la arcilla parisina.
En una muy gentil actitud con la prensa, el chileno explicó la derrota que "... así es esto, hay que saber aprovechar las oportunidades y hoy le tocó a él. Los españoles están acostumbrados a jugar partidos muy largos en este tipo de cancha... Estoy jugando bien, eso es lo importante, mejorar mi tenis para subir y afianzarme en el ránking".
Pese a que aún está sin entrenador (terminó el mes pasado su relación con el ecuatoriano Raúl Víver), González dice que no se apresurará en conseguir el reemplazante, aunque sabe que es fundamental para llegar a fin de año entre los 50 mejores del mundo, como es su meta.
"Siento que me estoy afirmando mentalmente y eso es vital", dijo, al paso que recordó el momento en que, pese a estar definiendo el partido, al fallar una devolución al drop de Díaz se pegó tanto a la red que terminó abalanzado sobre la jueza de línea a quien besuqueó por varios segundos.