PARIS.- Cada vez se extingue más y más el sueño del estadounidense Pete Sampras por ganar Roland Garros, la única marca que no ha podido grabar en su exitosa raqueta que ya tiene registrada trece títulos de Gran Slam. Este año, el verdugo fue el español Galo Blanco -7-6(4), 6-3 y 6-2- aunque los fantasmas ya habián aparecido para el ex número uno ante el francés Cedric Kauffmann, en la primera ronda en la arcilla parisina.
Blanco inmovilizó al estadounidense yéndose una y otra vez a la red y lo masacró a passing, además de quebrarle tres veces el servicio.
Eso fue suficiente para despertar en seco a Sampras e impedirle ser el sexto tenista que logra los cuatro grandes títulos.
"Esta derrota duele", dijo el tenista, "y me dolerá más cuando esté en el avión de vuelta a casa y me acuerde de ella, pero ahora solo me queda pensar en Wimbledon".
"Estoy muy decepcionado y sé que tengo que intentar algo nuevo pero no sé exactamente qué", dijo Sampras, que no obstante se refugió en sus triunfos en La Catedral. "No cambiaría un título de Wimbledon por ganar en París", señaló.