ASUNCION.- La Selección Nacional sumó ante Paraguay su sexta derrota consecutiva en las clasificatorias, aunque esta vez no existió la "excusa" de haber jugado un mal partido, pero sí un gol marcado en los descuentos que pone otra piedra más sobre la lápida chilena.
La "Roja" había comenzado a sorprender desde la primera etapa, donde le cambió el panorama a un partido en el que los espectadores paraguayos esperaban ver a su selección arrasando. No fue así. Chile se plantó correctamente en defensa, con una línea de tres (Vargas-Reyes-Contreras) que si bien cometió errores, cumplió un buen encuentro. Los nervios de estar buscando una clasificación no existían.
Chile tuvo sus opciones en los primeros minutos, pero los remates de Montecinos y Navia tuvieron respuesta de Chilavert o se fueron lejos de la portería. Daba la impresión de que, esta vez, Chile sí podría llevarse puntos fuera de casa.
En la segunda fracción, Paraguay comenzó con otro ritmo y ya a los 4 minutos complicó a través de Roque Santa Cruz. Chile volvió a tomarle el pulso al partido y calmó los ataques locales.
La mejor opción para Paraguay llegó a los 15', cuando un penal de Jorge Vargas pusó a Chilavert frente a frente con Sergio Vargas. Fue el mejor momento de Chile. Vargas voló para tapar el potente remate del guaraní y lo gritó con todo, en una acción que ayudó a animar al equipo nacional.
Al correr de los minutos, las ansias de ganar comenzaron a enfermar a Paraguay, que tomó mayores riesgos para intentar batir la valla de Vargas. Chile lo aprovechó a través del contragolpe y en los últimos minutos tuvo claras chances a través de Rodrigo Tello, quien abusó de su talento a los 32', y Manuel Neira en dos ocasiones. La "Roja" también se benefició de la expulsión de Celso Ayala, por un codazo, aunque su ausencia no se notó mucho en los últimos minutos.
Pero Paraguay nunca se rindió e intentó desesperadamente el empate. La zaga nacional despejó decenas de centros paraguayos, que nunca tuvieron como destino la cabeza de un compañero... hasta los 97 minutos. Carlos Paredes esta vez sí aprovechó un cruce y anotó el único gol del partido, clavando un puñal que dejó muda a la oncena nacional. Ese fue el cruel pitazo final para la "Roja".