LOS ANGELES.- Veinte mil personas ubicadas en el Staples Center de Los Angeles verán este miércoles la primera batalla por la final de la liga norteamericana de básquetbol entre los Lakers y los Sixers de Philadelphia, como siempre en una serie al mejor de siete partidos.
En el papel, son los Lakers los que asoman como favoritos para retener el título, ya que, pese a un comienzo de liga vacilante, apabullaron a sus rivales en los playoffs.
Para el equipo angelino sería una venganza de la final de 1983, antecedente más reciente en el cual el equipo de Philadelphia llegó a una final y se impuso por 4-0 a los Lakers.
Los expertos se bambolean entre saber si será un paseo del equipo angelino o si los Sixers pueden dar la sorpresa, sobre todo tras superar dando tumbos la marcha a través de los playoff con un 3-1 contra Indiana Pacers, finalista de la pasada temporada, y un sufrido 4-3 tanto contra los Raptors de Toronto y los Bucks de Milwaukee.
Los Lakers llegan descansados a la final, no pierden desde hace 19 partidos y pueden ganar invictos el título, todo lo cual puede ser ventaja o desventaja, según como el equipo maneje la presión y la obligación de tener que ganar.
Con el mejor dúo de la liga -Shaquille O'Neal-Kobe Bryant-, los Lakers son sin duda favoritos. Además tienen en Phil Jackson a un entrenador con un récord increible: es la octava vez que un equipo que entrena llega a la final y la gana.
Los Sixers tienen en sus filas nada menos que a Allen Iverson, máximo anotador y Jugador más Valioso de la temporada, a Dikembe Mutombo (Mejor Defensor) Aaron McKie (Mejor sexto hombre) y están dirigidos además por Larry Brown, elegido como el Mejor entrenador, que llega por primera vez a una final en más de dos décadas como técnico.
Por si fuera poca la atracción que despiertan las finales de la NBA, los organizadores -en este caso, la cadena televisiva NBC- anunció que los entretiempos serán amenizados por los irlandeses de U2 y Destinys's Child.