LOS ANGELES, Estados Unidos.- La marcha triunfal de Los Angeles Lakers terminó de forma abrupta e inesperada cuando los Sixers de Filadelfia, que llegaban como el "David" de las Finales de la NBA, lograron la victoria por 107-101 en la prórroga del primer partido disputado en el Staples Center.
La derrota le quitó a los Lakers, actuales campeones de liga, el invicto que tenían de 11-0 en las tres eliminatorias anteriores y sin la posibilidad de convertirse en el primer equipo que conseguían revalidar el título sin perder un sólo partido en la fase final y 19-0 desde el pasado 1 de abril.
La gran figura del partido volvió a ser el escolta Allen Iverson al conseguir siete puntos consecutivos en la prórroga que permitieron a su equipo una victoria para muchos milagrosa, pero merecida porque fue el equipo que logró los puntos claves en los momentos decisivos.
Iverson encestó 48 puntos, la sexta mejor marca en la historia de las Finales, después de haber conseguido 30 en la primera parte, y seis asistencias, mientras que el pívot Dikembe Mutombo aportó 13 tantos, 16 rebotes y 6 tapones.
El base Eric Snow, que aportó 13 puntos, también se convirtió en factor decisivo para los Sixers al conseguir la canasta que puso a su equipo con una ventaja parcial de cuatro puntos 105-101 cuando sólo faltaban 10 segundos para que finalizase el partido.
El segundo partido de la eliminatoria al mejor de siete se disputará este viernes en el mismo escenario del Staples Center.
El pívot Shaquille O'Neal volvió a ser el gran líder para los Lakers al aportar 44 puntos, 15 rebotes y cinco asistencias, pero falló en los tiros de personal al encestar sólo 10 de 22, mientras que el alero Rick Fox aportó 19 tantos.
El gran derrotado en el plano individual fue el escolta Kobe Bryant que se quedó con sólo 15 puntos (7 de 22 tiros de campo) y nunca fue un factor de apoyo para su equipo cuando en la prórroga llegó a tener cinco puntos de ventaja 99-94.
A pesar de no haber jugado durante 10 días, el partido no pudo comenzar mejor para los Lakers, que después de haber dejado a los Sixers colocarse con una ventaja parcial de 2-5 surgieron arrolladores para conseguir una racha de 16-0 que les recordó que estaban listos para revalidar el título de campeones.
Pero no tardó en despertar Iverson para permitir que los Sixers redujesen la ventaja y los aficionados que llenaban el Staples Center no se fuesen antes de tiempo de sus asientos.
No cambió mucho el juego en el segundo cuarto, pero sí el rendimiento primero del pívot reserva Matt Geiger, que aportó ocho puntos para los Sixers antes que explotase Iverson con 18 tantos y terminar la primera parte con 30, a sólo cinco de batir la mejor marca de toda la historia que estableció Michael Jordan.
Iverson, con 11 de 24 tiros de campo, cuatro rebotes y tres asistencias, dominó a la defensa de los Lakers y su duelo individual con el escolta Bryant, que no pudo brillar para quedarse con sólo cuatro puntos (2 de 10) y cinco perdidas de balón, mientras que sólo O'Neal respondía para conseguir 18 tantos y Fox apoyó con 15.
El espectáculo deportivo no había sido el mejor y los productores de la cadena de televisión NBC junto con los cerebros de mercado de la NBA decidieron olvidarse del partido y transmitir en el descanso parte del concierto en vivo que desde el Fleet Center de Boston ofrecía el grupo roquero de moda U-2 para que los telespectadores no cambiasen de canal.
Los Sixers, que se habían ido al descanso con la ventaja de 56-50, volvieron a tener a Iverson explosivo, lo anotaba todo y los colocó con un parcial de 73-58, 15 puntos de ventaja la mayor del partido, cuando faltaban 5:18 minutos para que finalizase el tercer período.
Pero ahí fue cuando surgió la figura de O'Neal para reivindicar su condición de pasado ganador de MVP y se puso a los Lakers sobre sus hombros para comenzar una remontada de 13 puntos después de lograr una racha de 19-6 con 18 tantos para el pívot estelar del equipo angelino.
Los Lakers y O'Neal se aprovecharon de la salida por tres personales del pívot Dikembe Mutombo y la entrada del base reserva Tyronn Lue, que controló mucho mejor el balón y el ritmo del juego que lo había hecho Derek Fisher, y realizó una defensa excepcional sobre Iverson, que sólo pudo anotar tres puntos en el cuarto período.
O'Neal, con 18 puntos, le devolvió la moneda a Iverson, que sólo logró ocho y no pudo ayudar a su equipo para mantener una ventaja que parecía les abría las puertas del triunfo y que al final se quedó en sólo dos al finalizar el tercer período (79-77).
El pívot de los Lakers puso a su equipo por primera vez con ventaja desde el segundo cuarto al anotar la canasta que les dió un parcial de 94-92 con 1:55.
Snow lo empató 94-94 con 50 segundos y Mutombo tuvo la oportunidad de oro al tirar dos tiros de personal que le hubiesen dado a los Sixers la victoria en el tiempo reglamentario, pero los falló después que su equipo había estado perfecto con 19 de 19.
El maleficio de la defensa excepcional que había realizado Lue se acabó porque surgió una vez más la figura de Iverson y con siete puntos consecutivos, incluido un triple y otra canasta de Snow, hicieron el milagro de remontar una desventaja de cinco puntos y darle una lección de humildad que no olvidaran los Lakers.