MILAN.- Primer problema para el próximo técnico de Inter, el argentino Héctor Cuper: el goleador Christian Vieri comunicó al presidente del club, Massimo Moratti, que quiere ser vendido pues no quiere jugar más en el equipo.
Vieri había mandado un mensaje por elevación a Cúper hace unos días ("el que llegue a Inter debe saber que encontrará un infierno"), para revelar que había pedido hablar cara a cara con Moratti y exponerle su decisión.
"Fueron palabras dichas con ligereza, no tengo ninguna duda de que Vieri respeterá su contrato, ya que es un profesional íntegro", declaró el presidente Moratti.
Pero sobre la continuidad del goleador en Inter pesa una larga lista de roces y malentendidos, que se remontan a la temporada 1999-2000. Allí, Moratti criticó las actuaciones de Vieri, quien más tarde se lesionó.
Y en la última Liga la situación de tirantez se tradujo en una situación muy particular: cada vez que hacía un gol, el atacante italiano no lo festejaba, en un tácito gesto hostil tanto a los dirigentes como a los "tifosi" del equipo.
"Esta gente no me merece", declaró hace pocas semanas, tras el partido contra Brescia en el que fue repetidamente silbado, en lo que fue el prólogo del explícito mensaje enviado a Cúper, en el que calificó de "infierno" al club en el que juega desde 1999.
